|
Encuentros Diarios
Septiembre 06, 2017
Cuando Dios se siente muy lejos
"Dios ha dicho: 'Nunca te dejaré; jamás te abandonaré. Así que podemos decir con toda confianza: El Señor es quien me ayuda; no temeré. ¿Qué me puede hacer un simple mortal?'"1
Un lector del Encuentro Diario pregunta, "¿Cómo puedo tener una relación con un Dios al que no puedo sentir o escuchar a pesar de que creo en él?"
Sentimientos. ¿Qué sería de la vida sin ellos? Sin duda, tediosa y aburrida. Como en alguna ocasión lo mencionó un escritor de la revista Selecciones, "La vida sin sentimientos seria como tocar un trombón con una diapositiva atorada." Sin embargo, tan bellos como pueden ser los sentimientos, también pueden ser confusos si no los comprendemos.
A la hora de sentir la presencia de Dios, una de las razones principales por la que no podemos sentirle puede tener mucho que ver con nuestra infancia. Si tuvimos una relación cercana, amorosa y cálida con nuestro padre terrenal, es mucho más fácil sentir la cercanía, el cariño y la calidez de Dios. Por otra parte, si nuestros padres eran distantes, fríos, o no estaban físicamente o emocionalmente presente con nosotros, nos inclinamos a proyectar los mismos sentimientos que teníamos hacia ellos a Dios nuestro padre celestial y sentimos que él es distante, frío y sentimos que tampoco esta. Cuando este sea el caso, puede ser útil buscar asesoría capacitada para ayudar a resolver nuestras situaciones con nuestros padres.
Otra razón por la que podemos sentir que Dios está lejano es que no estamos viviendo en armonía con su voluntad. La culpa construye una barrera de sentimientos entre Dios y nosotros.
Cuando vivimos en armonía con la voluntad de Dios, necesitamos recordarnos a nosotros mismos que Dios no es nuestro padre (o madre) terrenal, tampoco es un mal padre, y que él siempre está cerca de nosotros aunque no lo sintamos.
Me gustan las palabras escritas en la pared del lugar donde los judíos se habían escondido de las atrocidades de Hitler y los campos de concentración:
"Creo en el sol aun cuando
no está brillando.
Creo en el amor aun cuando
no lo siento.
Creo en Dios aun cuando
Él está en silencio."
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias porque a pesar que mis sentimientos fluctúan de arriba para abajo, tú nunca cambias. Gracias, también, porque siempre estás presente y nunca me dejarás o abandonarás. Elijo entregarte y confiarte mi vida independientemente de mis sentimientos. Y te agradezco por estar conmigo incluso cuando no puedo sentir tu presencia. Y por favor ayúdame a ver las barreras en mi vida que estén causando que te sienta distante y lejano. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Hebreos 13:5-6 (NVI).
<:))))><
|
|