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Encuentros Diarios
Abril 16, 2018
A donde se ha ido toda la seguridad?
Yo, el Señor, no cambio. Por eso ustedes, descendientes de Jacob, no han sido exterminados. Desde la época de sus antepasados se han apartado de mis preceptos y no los han guardado. Vuélvanse a mí, y yo me volveré a ustedes—dice el Señor Todopoderoso—."1
El sol se metió anoche y se levantó nuevamente esta mañana como lo ha hecho por miles o millones de años. ¡Mientras que algunas cosas nunca cambian, no podemos decir lo mismo acerca de la vida en las últimas décadas, no se diga lo que está por venir en los próximos años!
He leído que si tuviéramos que poner el conocimiento del mundo desde el principio del tiempo hasta 1845 en una gráfica esta mediría sólo 1 pulgada de altura. De 1845 hasta 1945—sólo 100 años—la gráfica mediría 3 pulgadas de alto. Pero desde 1945 hasta el día de hoy la gráfica sería tan alta o incluso más alta que el monumento a Washington.
El cambio está a la orden del día. Se ha dicho que en la actualidad el trabajador promedio tendrá que ser entrenado por lo menos tres veces durante su carrera para mantenerse al corriente con todos los cambios. Cambios en la tecnología, estilo de vida, filosofía, moral, etc., están ocurriendo tan rápidamente que es difícil mantenerse al día con todos ellos.
Además, prácticamente ha desaparecido la seguridad que tantos de nosotros conocíamos en épocas anteriores. Con el aumento del terrorismo en el mundo, a menos que tengamos un ancla para el alma, nos podemos quedar a la deriva en un inquieto mar de incertidumbre. Pero para aquellos que tienen fe en Dios, de una cosa podemos estar absolutamente seguros: Él nunca cambia. Su amor va de eternidad a eternidad y él está todavía en control del mundo y del universo pase lo que pase. Como lo dice la Biblia, "Yo, el Señor, no cambio."2
Los estadounidenses han grabado en sus monedas, "en Dios confiamos." Pero hasta que ese compromiso esté grabado en el corazón de la gente y realmente confiemos en Dios quién no cambia, no tendremos ninguna seguridad duradera.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdanos como nación a llegar a la realización de que bendita es la nación cuyo Señor es Dios, y que sin nuestra confianza en ti, no hay seguridad. Y por favor empieza tu trabajo en mi corazón. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Malaquías 3:6-7 (NVI).
2. Vea Salmo 15:4 (NKJV).
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