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Encuentros Diarios
Mayo 17, 2021
Las verdaderas riquezas
"No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcomen, ni los ladrones se meten a robar."1
El Encuentro Diario de hoy es contado por Henry Gariepy.
A un hombre rico llamado Carlos le encantaba montar a caballo a través de su extensa finca para felicitarse por su riqueza. Un día, en un viaje, llegó a donde Hans, un arrendatario de edad que se había sentado a comer su almuerzo a la sombra de un gran roble. Hans inclinó la cabeza para orar. Cuando Hans miró hacia arriba, dijo, "Oh"
"Hmph!" se bufó Carlos, el hombre rico. Se dio cuenta del oscuro pan duro y el queso que componían el almuerzo del anciano. "Si eso fuera todo lo que tenía que comer, no creo que me sentiría como para dar gracias."
"Oh," dijo Hans, "es más que suficiente. Sin embargo, me llama la atención que usted haya venido hoy, señor. Siento que debo decírselo, tuve un extraño sueño justo antes de despertar esta mañana."
"¿Y qué soñaste?" Carlos le preguntó con una sonrisa divertida. El anciano respondió: "Había belleza y paz por todas partes, y sin embargo, yo podía oír una voz que decía: 'El hombre más rico del valle va a morir esta noche.'"
"¡Son sueños!" gritó Carlos. "¡Tonterías!" Dio media vuelta y se alejó al galope. Hans rezaba mientras miraba al caballo y su jinete desaparecer.
Morir esta noche, pensó Carlos. Es ridículo, ¡por supuesto! No tiene caso que entre en pánico. Lo mejor que puedo hacer con el sueño del anciano es olvidarlo. Pero no podía olvidarlo. Se había sentido muy bien, al menos hasta que Hans describió su sueño estúpido. Ahora no se sentía muy bien. Esa noche llamó a su médico, que era también un amigo personal. "¿Puedes venir?" le preguntó. "Necesito hablar contigo." Cuando llegó el médico, Carlos le contó sobre el sueño del anciano—como el hombre más rico del valle iba a morir esa noche.
"Esto suena a tonterías para mí," dijo el doctor, "pero para tu tranquilidad, vamos a examinarte."
Un poco más tarde, después de un examen completo, el médico estaba lleno de palabras gratas. "Carlos, eres tan fuerte y sano como tu caballo. No hay manera que vayas a morir esta noche." Carlos le agradeció a su amigo y le dijo que se sentía como un necio por haberle perturbado por el sueño de un anciano. Era las 9 de la mañana cuando llegó un mensajero a la puerta de Carlos. "Es el viejo Hans," dijo el mensajero. "Murió anoche mientras dormía."2
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a vivir con los valores eternos en mente y a hacerme rico a los ojos del cielo, sin importar si soy rico o pobre a los ojos del hombre. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
"Nota: Para asegurarse de que están listos para el día en que se encontrará con su Creador, asegúrense de leer el artículo, "¿Cómo estar seguro de ser un verdadero cristiano, sin tener que ser religioso" en: http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php
1. Jesús en Mateo 6:19-20 (NVI).
2. Esta historia fue contada por Henry Gariepy en Retratos de la Perseverancia, (Wheaton, Illinois: Victor Books, 1989).
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