|
Encuentros Diarios
Agosto 15, 2018
Compromiso
“Ahora, hermanos, queremos que se enteren de la gracia que Dios ha dado a las iglesias de Macedonia. En medio de las pruebas más difíciles, su desbordante alegría y su extrema pobreza abundaron en rica generosidad. Soy testigo de que dieron espontáneamente tanto como podían, y aún más de lo que ellos podían, rogándonos con insistencia que les concediéramos el privilegio de tomar parte en esta ayuda para los santos. Incluso hicieron más de lo que esperábamos, ya que se entregaron a sí mismos, primeramente al Señor y después a nosotros, conforme a la voluntad de Dios.”1
He leído cómo, después de un gran encuentro de jóvenes cristianos, un miembro del personal de la iglesia contaba la ofrenda. Incluida con todas las donaciones estaba la fotografía de una adolescente. ¿Había alguien tomado esa foto de la billetera de otra persona y la había dado como ofrenda bromeando? Esa es la clase de cosas que los adolescentes hacen a veces. Sin embargo, en la parte trasera de la fotografía, una joven había escrito: “No tengo nada que dar sino a mí misma.”2
Si tenemos poco o mucho que dar—económicamente—el regalo que Dios desea recibir de nosotros antes que otra cosa es a nosotros mismos. Al hacer esto podemos, también, como los creyentes de Macedonia, llenarnos de una alegría abundante, que también se desbordaran en generosas riquezas.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por todo lo que has hecho por mí al dar a tu Hijo, Jesucristo, a morir en la cruz en mi lugar para pagar el castigo por todos mis pecados para poder ser libremente perdonados y así recibir tu regalo de la vida eterna, libremente te entrego mi vida para un servicio fiel. Que Dios me ayude. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, Amén.”
1. 2 Corintios 8:1-5.
2. http://www.autoillustrator.com/preahing.html
<:))))><
|
|