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Encuentros Diarios
Octubre 22, 2018
Como Pelear Justamente, Parte l
"Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos."1
Recuerdo haber escuchado el pastor de una iglesia grande, cuando estaba celebrando su 25 aniversario de bodas, declarar que él y su esposa nunca habían tenido un conflicto. Yo no le creía. Donde sea que haiga dos personas, siempre habrá algún conflicto, malentendido, o diferencia de opinión en algún tiempo u otro. Casi la única manera de vivir sin tener ningún conflicto es vivir en aislamiento como ermitaño, o tener una pareja quien llega a ser un felpudo quien elige "paz a cualquier costo," pero esto no es estar libre de conflictos. Los conflictos simplemente se han ido bajo tierra y escondidos de plena vista.
Manejado en una manera creativa, conflictos y desacuerdos pueden llevar a crecimiento y entendimiento mutual aumentado. Pero para hacer que diferencias de opinión sean productivas, necesitamos aprender a estar de acuerdo con desacuerdo, y valorar la perspectiva de la otra persona en el proceso. ¿Entonces como hacemos esto?
Primero, y ante todo, escucha… escucha… escucha – no solo con nuestros oídos, pero aún más con nuestros corazones. Necesitamos escuchar lo que otros realmente están diciendo – no solo lo que pensamos que están diciendo. Necesitamos escuchar sus sentimientos al igual que sus pensamientos. Buena comunicación y resolución de conflictos requiere escuchar más allá de las palabras de otras personas hasta llegar a lo que a veces son sus emociones escondidas y necesidades o deseos no mencionados.
Escuchar cuidadosamente asegura que no distorsionemos lo que la otra persona está tratando de decir. Esto es necesario porque cada uno intenta interpretar mensajes a través de nuestros propios lentes. Si somos extremadamente sensibles a la crítica, por ejemplo, quizás interpretemos la sugerencia que probablemente sea de ayuda de nuestra pareja como una crítica. Entre más estén distorsionados nuestros "lentes" para ver y escuchar a causa de nuestros problemas no resueltos, lo más probable somos de torcer los mensajes que personas nos están dando para hacer que concuerden con nuestra percepción de la realidad.
Segundo, siempre busque hablar la verdad en amor. Recuerde que "gracia y verdad vinieron por Jesucristo."2 Nosotros, también, necesitamos preceder la verdad con gracia; es decir, siempre dar aceptación con amor y gracia. Algunos de nosotros somos muy buenos para hablar la verdad pero no tan buenos para escuchar y amar. A menos de que hablemos de un punto de sensibilidad, las personas no se sentirán lo suficientemente seguras para compartir abiertamente con nosotros. Consecuentemente, quizás escondan sus verdaderos sentimientos, o lleguen a estar enojados o defensivos. A menos que ambas partes puedan compartir sus ideas – y aun mas sus sentimientos genuinos – no puede haber resolución.
Tercero, necesitamos estar conscientes de nuestros propios pensamientos y sentimientos. Si nos sentimos enojados, por ejemplo, será importante reconocer nuestro enojo. Pero también debemos estar conscientes de los sentimientos y pensamientos que están debajo de nuestro enojo. El enojo, por ejemplo, seguido cubre la ansiedad o temor. En vez de estar conscientes de nuestro temor, nos enojamos. Esto se siente más seguro. El no reconocer esto solo empeora las cosas.
En otros tiempos usamos el enojo para detener a otros de acercarse a nosotros porque tememos la intimidad. Igualmente destructivo, negamos nuestros sentimientos por completo y pretendemos ser algo que no somos. Cada una de estas reacciones impide que resolvamos el conflicto. Conflictos no resueltos crean resentimiento, y guardar resentimiento destruye muchas relaciones.
Se continuara…
Oración sugerida: "Querido Dios, cuando este en una situación de conflicto, por favor dame un corazón que escuche y entienda para que siempre pueda escuchar y dar consideración a el punto de vista de otras personas, y no ser ensordecido por mi propia necesidad de defenderme o ser cegado por mi propio interés. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. Romanos 12:18 (NVI).
2. Juan 1:17.
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