Encuentros Diarios
Abril 07, 2023
Sus Últimas Palabras
Hace más de 2000 años, se hizo el sacrificio final; por un gran amor, por toda la humanidad. Jesucristo voluntariamente murió en la cruz para pagar, con su vida, el precio de nuestro pecado. Mientras colgaba allí, en esa cruel cruz, tomando sus últimos alientos, luchó entre su humanidad y su Divinidad. El relato de los Evangelios nos muestra su tristeza y dolor, pero también su amor y compasión al asumir los pecados del mundo.
Nuestro Señor mostró misericordia a aquellos que se burlaron de Él:
"Jesús dijo: "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen." (Lucas 23:34)
Incluso en Su agonía, Jesús concedió la Salvación a los perdidos:
"Jesús respondió: Te aseguro que hoy estarás conmigo en el Paraíso." (Lucas 23:43)
Tener que separarse de Su Padre hizo que Jesús sintiera una gran soledad:
"Eloi, Eloi, ¿lema sabactani?" que significa, "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?" (Marcos 15:34)
Sin embargo, todavía mostró compasión por Su Madre:
"Cuando Jesús vio a Su madre al lado del discípulo que él amaba, le dijo: ‘Apreciada mujer, ahí tienes a tu hijo’. Y al discípulo le dijo: ‘Ahí tienes a tu madre’ Y, a partir de entonces, ese discípulo la llevó a vivir a su casa. (Juan 19:26-27)
Entonces vemos a Jesús en plena rendición de la vida y el cuerpo mientras Se prepara para el fin de Su ministerio. Un ejemplo que nosotros, como cristianos, estamos llamados a seguir – Una entrega completa a Dios:
"Después Jesús grito: ‘Padre, ¡encomiendo mi espíritu en tus manos!’ Y con esas palabras dio su último suspiro." (Lucas 23:46)
En un último acto de humanidad, Jesús pidió algo de beber. Y aunque fue una bebida agria en lugar de agua la que se le dio, nuestro Señor la aceptó humildemente:
"Jesús sabía que su misión ya había terminado y, para cumplir las Escrituras, dijo: ‘Tengo sed’". (Juan 19:28)
Jesús una vez más tomó Su Divinidad y en una última frase completó Su obra aquí en la tierra. ¡La deuda por nuestro pecado había sido pagada en su totalidad por Su sangre!
"Al probar Jesús el vinagre, dijo: Todo se ha cumplido. Luego inclinó la cabeza y entrego el espíritu.” (Juan 19:30)
Oración sugerida: Querido Dios, enviaste a tu Hijo a morir por mis pecados en un acto de amor incondicional. Acepto inmerecidamente tu regalo más preciado. Gracias por llegar a ser todo hombre sin dejar de ser Dios Todopoderoso para mostrar tu misericordia a la humanidad. Sólo puedo amarte más. En el Nombre de Jesús, Amén.
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