|
Encuentros Diarios
Julio 23, 2021
Ovejas del Rebaño de Dios
“Mis ovejas oyen mi
voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca
perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano."1
A nuestra familia le encanta ir en viajes por carretera juntos. ¡En uno de
nuestros viajes recientes, nos encontramos con una milla de puras ovejas! ¡Mis
hijos estaban enamorados de estos animales lindos y esponjosos, tanto que
querían traer uno a casa (eso no sucedió, sin embargo)!
Lo que vimos fueron rebaños de ovejas pero, como señala Max Lucado, lo que el
pastor ve es una oveja —una oveja individual— y conoce las características de
cada una de sus ovejas. Y, al menos en los tiempos del Nuevo Testamento, el
pastor conocía a cada una de sus ovejas por su nombre.
Cuando Jesús, el Buen Pastor, nos ve a ti y a mí en una multitud, él no ve a la
multitud. Él ve a cada una de "sus ovejas" como individuos y conoce a
cada uno de nosotros por su nombre. Él conoce nuestros gozos, nuestras
tristezas, nuestras ganancias, nuestras pérdidas, nuestros éxitos, nuestros
fracasos, y ama a cada uno de nosotros devotamente. No somos una multitud para
él. Somos sus hijos individuales.
Oración sugerida: "Querido Dios, gracias porque cuando acepto a Jesús como
mi Salvador, me conoces por mi nombre, sabes todo sobre mí y siempre quieres lo
mejor para mí porque te preocupas profundamente por mí y me amas devotamente.
Por favor, ayúdame siempre a recordar que soy una de tus "ovejas"
especiales y a amarte también. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En
el nombre de Jesús, amén."
1. Juan 10:27-28 (NVI).
|
|