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Encuentros Diarios
Septiembre 22, 2021
Cultura de Jesús
"Me acuerdo de
tu fe sincera, pues tú tienes la misma fe de la que primero estuvieron llenas
tu abuela Loida y tu madre, Eunice, y sé que esa fe sigue firme en ti.”1
Las tradiciones
familiares varían de una cultura a otra. Ya sea una receta especial,
celebraciones, regalos o ropa, cada familia tiene una tradición que desean que
se transmita de generación en generación. Los legados que nos dejaron nuestros
bisabuelos incluyen sus historias de heroísmo y valentía, tal vez incluso una
medalla otorgada para conmemorar sus acciones. La historia familiar a veces se
transmite a través de álbumes de fotos o se teje en una colcha familiar. Estas
tradiciones y legados familiares están destinados a recordarnos de dónde
venimos. Recuerdos para que los apreciemos y nunca los olvidemos.
Desde los colores que
usamos para celebrar la independencia de nuestro país, hasta los alimentos que
ponemos en nuestra mesa para celebrar la Navidad, e incluso en la forma en que
adoramos, somos conocidos en nuestras comunidades por las tradiciones y legados
que nos han moldeado. La mayoría de las veces, sin embargo, al modelar nuestra
cultura, hay un legado que se desvanece.
Cuando el apóstol
Pablo escribió a su discípulo, Timoteo, (2 Tim. 1) para animarlo en su
ministerio, menciona el gran impacto que la madre de Timoteo, Eunice, y su
abuela, Loida, tuvieron en su vida. Pablo reconoció el gran legado espiritual
de creencia dejado a Timoteo por estas mujeres fuertes y fieles. Timoteo
provenía de una variedad de culturas, ya que su madre era judía y su padre era
griego. Esto no solo hizo que las tradiciones fueran contradictorias, sino que
también habría causado creencias religiosas conflictivas, ya que los griegos
tenían sus propios dioses. Aun así, mamá y abuela tenían una fe tan fuerte y tan
consistente, que la vida de Timoteo estaba ligada a su legado y a su creencia
en el único Dios Verdadero. Pablo se aseguró de que Timoteo siempre recordara
de dónde venía recordándole no solo una vez, sino un par de veces, que su fe
genuina en Dios no provenía de donde nació, sino más bien de la "Cultura
de Jesús" que se transmitió a través de las tradiciones de su familia.
En los años 90, las
letras de esta canción se convirtieron en la oración de muchas familias:
"... Rodeados de una nube tan grande
de testigos, corramos la carrera no solo por el premio, sino como aquellos que
nos han precedido, dejemos a los que están detrás de nosotros, la herencia de
la fidelidad transmitida a través de vidas piadosas.
…
Que las pistas que descubren, y las memorias que encuentren, se conviertan en
la luz que los lleve al camino que debemos encontrar.
Que todos los que vienen detrás de nosotros nos
encuentren fieles, que el fuego de nuestra devoción ilumbre su camino. Que las
huellas que dejemos, los lleven a creer, y las vidas que vivimos los inspiren a
obedecer."2
Casi puedo escuchar a Eunice y Loida decir estas
palabras mientras oraban por su hijo, pidiéndole a Dios que permitiera que su
legado permaneciera fuerte; que su "Cultura de Jesús" superaría con
creces su cultura terrenal.
Con las fiestas a la vuelta de la esquina,
empezamos a pensar en todas las tradiciones, inculcadas en nosotros por la
cultura de nuestra familia, que queremos compartir con nuestros hijos. No
olvidemos compartir el legado más importante de todos: nuestra fe en Jesús.
Oración sugerida:
Querido Señor, mi cultura me da muchas
tradiciones hermosas, y el legado de mi familia lleva muchas historias
preciadas, pero la que quiero transmitir a mis hijos es la más antigua y
querida de todas, el legado del amor que has mostrado por la humanidad desde el
principio de los tiempos; un legado que une todas las culturas en una sola: la
Cultura de Jesús, donde la mayor tradición es adorar tu Santo nombre. Que ese
legado sea tan fuerte que lleve a mi familia a ti y sea apreciado para siempre.
En el nombre de Jesús, Amén.
2
Tim. 1:5 (NTV). “Find us Faithful”, canción de Steve Green en
Ingles.
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