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Encuentros Diarios
Junio 13, 2022
Daniel: Guerrero de oración
"Sin embargo,
cuando Daniel oyó que se había firmado la ley, fue a su casa y se arrodillo
como de costumbre en la habitación de la planta alta, con las ventanas abiertas
que se orientaban hacia Jerusalén. Oraba tres veces al día, tal como siempre lo
había hecho, dando gracias a su Dios."1
El profeta Daniel tiene el título de ser el Siervo
Humilde de Dios, pero también el título de Guerrero Poderoso de Oración.
Daniel, junto con otros jóvenes judíos, había sido exiliado a Babilonia para
servir en la corte del rey pagano, Nabucodonosor. Durante este tiempo, Daniel
se enfrentó a muchas situaciones difíciles en las que tuvo que elegir entre las
formas piadosas que se le habían enseñado y las formas paganas de Babilonia
para complacer al rey. En cada circunstancia, Daniel permaneció fiel a Dios y
se cubrió de oración.
A una edad
temprana, Daniel había aprendido el valor de la oración y la comunión con su
Padre Celestial, y esto lo llevó a través de los momentos más oscuros de su
vida. Lo que hizo de Daniel un gran guerrero de oración, fue que reconoció que
Dios era Omnipotente (todopoderoso). Daniel fue al Señor con algunas peticiones
de oración bastante grandes, sin dudar nunca del poder de Dios. Cuando el rey
necesitaba una interpretación de un sueño, Daniel confiaba en Dios para la respuesta.
Más tarde, bajo un nuevo rey, el tiempo de oración de Daniel fue saboteado por
algunos funcionarios envidiosos a quienes no les gustaba la amistad de Daniel
con el rey. Estos hombres engañaron al rey para que firmara un decreto que
establecía que solo el rey podía ser adorado, y a sabiendas, usaron el tiempo
de oración de Daniel para derribarlo. ¡La consecuencia fue un viaje al pozo del
león! (Daniel 6) Allí, Daniel una vez más elevó su voz al Creador Omnipotente,
y Dios, en todo Su poder, envió a Su ángel para cerrar las bocas de los leones,
permitiéndoles estar en paz con Daniel. Sabía que no importaba cuán sombrío se
viera su futuro, podía confiar en el hecho de que el plan de Dios para él era
perfecto.
Daniel era un poderoso guerrero de oración porque era
audaz cuando oraba a Dios. Él ayunó, o sacrificó, cosas mundanas para buscar la
presencia de Dios. Daniel intercedió por su pueblo, pidiéndole a Dios que los
perdonara de sus pecados. (Daniel 9) ¡Oh, para poder orar como Daniel! Dios respondió a
Daniel de una manera real y poderosa, ¡y Él puede hacer lo mismo por ti! Un
guerrero de oración ora constantemente con esperanza, sabiendo que, con
DIOS, todas las cosas son posibles. (Mateo 19:26)
Oración sugerida:
¡Querido Dios, deseo venir valientemente
ante tu trono y orar como lo hizo Daniel! Gracias por hacer un camino, a través
de Jesús, para venir a ti con nuestras necesidades y temores, pero lo más
importante para alabar y glorificar tu Santo nombre. Eres grande, todopoderoso; y eres amoroso y
misericordioso. Sólo tú eres digno de nuestra alabanza. En el nombre de Jesús,
Amén.
Daniel 6:10 (NTV).
El Encuentro de hoy fue escrito por: Veronica B.
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