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Encuentros Diarios
Octubre 15, 2019
La vida es un regalo
“Oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.”1
“Había una muchacha ciega [así dice la historia] que se odiaba a si misma debido a su ceguera. No sólo se odió a si misma también odiaba a los demás excepto a su novio quien era muy cariñoso. Él estaba siempre allí para ella. Ella dijo que si tan solo pudiera ver el mundo, ella se casaría con su novio.
“Un día alguien le donó un par de ojos y entonces ella pudo verlo todo - incluyendo a su novio. Su novio le preguntó, ‘¿Ahora que ya puedes ver el mundo, te casaras conmigo?' La chica sintió una sacudida eléctrica cuando vio que su novio también estaba ciego, y rechazó casarse con él. Su novio se alejo en lagrimas, y más tarde le escribió una carta que simplemente decía, ‘Querida solo cuida de mis ojos.'
“A menudo cambiamos cuando nuestra condición cambia. Solamente algunos recuerdan como era la vida antes e incluso menos son los que recuerdan a quién agradecerle por estar siempre allí cuando las situaciones eran insoportablemente dolorosas.
“La vida es un regalo, así que hoy: Antes de que usted piense en decir una palabra cruel, piense en alguien que no puede hablar. Antes de que usted se queje por el sabor de sus alimentos, piense en alguien que no tiene nada para comer. Antes de que usted se queje de su esposo o esposa, piense en alguien que está pidiendo a Dios por un compañero. Antes de que usted se queje sobre su vida, piense en alguien que se fue demasiado temprano al cielo. Antes de que usted se queje de sus niños, piense en alguien que desea tener niños pero es estéril. Antes de que usted discuta sobre su casa por estar sucia ya que alguien no limpió ni barrió, piense en la gente que está viviendo en las calles. Antes de quejarse por la distancia que tiene que conducir, piense en alguien que tiene que caminar la misma distancia. Y cuando usted este cansado y se queje de su trabajo, piense en los desempleados, los discapacitados y en aquellos que desearían tener su trabajo.
“Y antes de que usted piense en señalar con el dedo o condenar a otro, recuerde que ni uno solo de nosotros está sin pecado y todos contestaremos frente al Creador. Y cuando los pensamientos deprimentes le acosen, intente poner una sonrisa en su cara y agradecer a Dios por estar vivo. La vida es un regalo, vívala, gócela, celébrela y siéntase realizado.
“Disfrute el momento. Tal vez nunca regrese.”2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, en medio de las tribulaciones de la vida ayúdame a contar mis bendiciones—una por una—y a aprender a siempre dar gracias por ellas y a estar agradecido por lo que tengo y a no quejarme por lo que no tengo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén.”
1. 1 Tesalonicenses 5:17-18 (NVI).
2. Autor desconocido. Fuente: Marcella's Inspiring Collection, http://tinyurl.com/w9nb9
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