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Encuentros Diarios
Mayo 01, 2019
Un Ganador Verdadero
“Siervos, obedezcan a sus amos terrenales con temor y temblor, con sencillez en sus corazones, como a Cristo; no para ser vistos como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios.”1
Craig Saunders escribió acerca de la experiencia de la que fue testigo cuando asistió a las Olimpiadas Especiales para Discapacitados donde varios miembros de su iglesia competían. Relató como en la carrera de 220 un corredor rapidísimo llamado Andrew iba ganando por unos 50 metros de distancia cuando volteó hacia atrás y vio caer a su mejor amigo. La multitud que lo esperaba al final gritaba ¡vamos, vamos, vamos Andrew!
Pero Andrew se detuvo y se regresó, tomó a su amigo de la mano y le ayudó a ponerse de pie y juntos corrieron y terminaron la carrera. Los asistentes se pusieron de pie mientras aplaudían. Como lo dijo Saunders, Fue algo increíble porque de eso se tratan las Olimpiadas Especiales. Las personas no se consideran el “Número Uno.” “Lo más importante es terminar la carrera.”
Andrew recibió el premio como deportista del año en las Olimpiadas Especiales porque para él era más importante ser el “Número Uno” para su amigo que ser el “Número Uno” para el público.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, permite que siempre quiera complacerte y estar allí para mis amigos y no permitir que mi vida o mi estilo de vida sean la de desear la adulación de los demás. Y por favor ayúdame a terminar la carrera que has puesto delante de mí. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, amén.”
1. Efesios 6:5-6.
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