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Encuentros Diarios
Enero 12, 2017
Venciendo las adicciones – 2da parte
"No tienen, porque no piden. Y cuando piden, no reciben porque piden con malas intenciones, para satisfacer sus propias pasiones."1
Ayer explicamos cómo los patrones de comportamientos de las adicciones son los problemas presentes — y son por lo regular el fruto de un problema aun mayor. Tambien indicamos que las adicciones son usualmente utilizadas para medicar el dolor de un conflicto interno sin resolver. Hoy hacemos la pregunta, "¿Cómo vencemos los comportamiento de adicción que son el fruto de un problema aun mayor?"
Primero, le hacernos frente a la realidad. Los adictos son muy expertos en evitar la realidad, se sustentados en la negación, y tienen todo tipo de trampas para negar sus adicciones. Como el hombre que dice, "Claro que tomo demasiado, pero no soy un alcohólico," aun cuando toma doce ó más cervezas al día y muy seguido llega a casa borracho o medio borracho. O como la esposa que toma a escondidas. Ella hará todo lo que esté en su poder para evitar que la descubran y se niega totalmente a aceptar su adicción.
Así que, el primer paso para vencer la adicción es el enfrentar la realidad y admitir, "tengo un problema. Necesito ayuda." Dios mismo se limita a sí mismo de ayudarnos hasta que nosotros admitimos nuestros problemas, reconocemos que nuestras vidas están fuera de control, y que necesitamos ayuda.
Segundo, aceptar la responsabilidad. El adicto necesita entrar en un programa de recuperación que sea efectivo — tal como el de los Doce Pasos u otro programa similar — que le ayude a dejar de actuar a través de su adicción, y a que confronte de frente su realidad interna y su dolor. Esto puede ser extremadamente difícil y muy doloroso porque por la mayor parte de su vida él ha evitado enfrentar su realidad o hasta el sentir su dolor. Sin embargo hasta que el deje de medicar su dolor y lo sienta y lo enfrente, existe la posibilidad de que nunca haga nada para vencer su problema.
Hace algún tiempo un amigo que había tratado sin éxito de dejar de fumar por veinte años me pidió ayuda. El admitió que tenía un problema pero en realidad no quería enfrentar la causa detrás de su problema. Le hice una simple pregunta: "¿Por qué necesitas fumar?" El balbuceó unas cuantas frases incoherentes y se alejo caminando. Tristemente, años más tarde él falleció de cáncer. La realidad es que si no encontramos la causa detrás de los síntomas, los síntomas nos atraparán.
Si tienen alguna adicción, pregúntense a sí mismos, "¿Porque necesito esta adicción a ______ (nómbrenla)?" Peleáremos tenazmente en contra del hacernos esta pregunta diciendo vehementemente que no necesitamos hacerlo. Pero lo necesitamos porque necesitamos enfrentar la realidad.
Además, si ustedes están viviendo con un adicto, es tremendamente importante que dejen de rescatarlo/a de las consecuencias naturales de su comportamiento destructivo. Si continúan rescatándolos, se convertirán en parte de la enfermedad y tal vez tengan que asistir a un grupo de recuperación o de apoyo para ustedes. El amor duro (ser firmes) con consecuencias en la mejor manera de tratar con un adicto.
Tercero, y lo más importante de todo, es el orar la oración correcta. Como Santiago lo indicó en las escrituras del día de hoy, muchas de nuestras oraciones no son respondidas porque oramos incorrectamente; esto es, oramos la oración equivocada con los motivos erróneos.
Oramos, pedimos, rogamos, lloramos: ¡O dios libérame de mi adicción! Y nunca nos llega la liberación. ¿Por qué? Porque oramos la oración equivocada. Estamos tratando los síntomas más no la causa. Dios no nos va a liberar de nuestros comportamientos adictivos si no estoy dispuesto a enfrentar la causa o las causas detrás de ellas.
Aun mas, nuestras mentes nos pueden jugar trucos o engañarnos haciéndonos creer que hemos sido curados cuando todo lo que hemos hecho ha sido cambiar los síntomas por otros. Recuerdo haber escuchado a un orador proclamar que cuando él aceptó a Jesús como a su Salvador, fue inmediatamente liberado de su alcoholismo. El problema fue que él no había hecho frente y resuelto las causas de su alcoholismo y era ahora una persona con un muy mal carácter. El no aceptar las cosas puede ser letal. Si no admitimos, confrontamos y tratamos con los problemas sin resolver en una forma creativa y sana, ellos regresan en una forma destructiva, que no es sana.
Entonces, ¿cómo orar la oración correcta? Responderemos esta pregunta en el Encuentro Diario de mañana.
Se sugiere la siguiente oración: "Dios mío, por favor ayúdame a siempre orar la oración correcta enfocándome no solo en los síntomas, pero en las causas detrás de ellas para poder recibir tu ayuda, y cualquier otra ayuda que sea necesaria para vencer mis adicciones y vivir victoriosamente. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, Amén."
1. Santiago 4:2-3 (NKJV).
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