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Encuentros Diarios
Mayo 15, 2017
Lo que piensen de mí. . .
"Hasta mi mejor amigo, en quien yo confiaba y que compartía el pan conmigo, me ha puesto la zancadilla."1
Un lector del Encuentro Diario escribe, "Actualmente estoy experimentando la desilusión de unos amigos debido a sus críticas hacia mí. En mi caso me pregunto si algunos amigos temen que los sobrepasemos en algunas áreas y sientan que se están quedando atrás. Es triste, pero me hace desear el orar más por estas personas para que ellos puedan encontrar a nuestro fiel Señor y que él les suministre todos sus deseos y sus necesidades también. Después de todo, el tratar de desalentarnos no los hace más exitosos, importantes o victoriosos—más bien todo lo contrario."
Es verdad que cuando alguien levanta la cabeza y los hombros por encima de su prójimo, rápidamente se convierte en el punto de ataque de los golpes y burlas de personas celosas.
La critica puede ser muy doloroso especialmente cuando viene de aquellos que están cercanos a nosotros. A la larga, sin embargo, le hace más daño al que critica que al criticado. Aun más, la critica solo nos puede destruir si se lo permitimos.
Si estamos siendo criticados en una maneara válida, necesitamos ser lo suficientemente adultos para aceptar la critica y hacer los cambios necesarios para corregir en dónde hemos estado equivocados/mal.
Por otra parte, si la critica es injusta, necesitamos comprender (es mas fácil decirlo que hacerlo) que entre más seguros estemos dentro de nosotros mismos, la critica de los demás nos molestará menos. En tales casos me gusta o que alguien dijo, Lo que ustedes piensen de mi no es mi problema."
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a ser suficiente maduro para aceptar las criticas, evaluarlas honestamente, admitir cuando estoy equivocado, y hacer cambios de ser necesario. Donde la critica sea injusta, ayúdame a sacudirlo y a orar por quien me critica. Y por favor libérame de tener un espíritu crítico negativo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Salmos 41:9 (NVI).
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