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Encuentros Diarios
Mayo 18, 2017
Éxito contra la Satisfacción
"Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo."1
Michael Josephson de El Carácter Cuenta, a quien yo cito regularmente, habla sobre la diferencia entre el éxito y la satisfacción. Dice, "la ironía es que vivir una vida centrada en la búsqueda de la satisfacción es mucho más gratificante que una dedicada a la busqueda del éxito. Cualesquiera que sean los sacrificios incluidos estos tienden a engrandecer en vez de disminuir la satisfacción personal ... Sencillamente, se siente bien—realmente muy bien—el ser apreciado y valorado."
"Por lo tanto, las personas que van en busca de la satisfacción están preocupadas con sacar el máximo provecho a sus vidas. Ayudan a otros no sólo por el bien de los que ayudan, sino también por su propio bien. Cuando usamos nuestros recursos mentales y materiales para hacer una diferencia positiva en las vidas de otros, nos sentimos recompensados con un sentimiento de satisfacción que es difícil de obtener de cualquier otra manera. El éxito puede producir placer, pero sólo la satisfacción puede generar el sentirse completo."2
Suenan como buenos consejos para mí—como lo hace el oportuno consejo atribuido a Stephen Grellet, el cuáquero Franco-Americano (1773-1855): quién dijo: "Pasaré una sola vez por este camino; de modo que cualquier bien que pueda hacer o cualquier cortesía que pueda tener para con cualquier ser humano, que sea ahora. No lo dejaré para mañana, ni la olvidaré, porque nunca más volveré a pasar por aquí."
No tenemos que ser famosos para sentirnos satisfecho. Cada acto de bondad, cada palabra amable, una buena acción, es satisfactoria. Sumados a lo largo de la vida, ante los ojos de Dios hacen que una vida esté llena de significado y de el éxito real.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor libérame del querer tener éxito solo en los términos humanos, pero más bien significado y éxito ante tus ojos al ser como Cristo en cada vida que toque. Dios ayúdame por favor. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Gálatas 6:2.
2. Michael Josephson, "A Road Map to Significance," El Carácter Cuenta (324-2), www.charactercounts.org.
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