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Encuentros Diarios
Mayo 22, 2017
La inexplicable llamada de Dios
"Entonces oí la voz del Señor que decía: '¿A quién enviaré? ¿Quién irá por nosotros?' Y respondí: 'Aquí estoy. ¡Envíame a mí!'"1
Mientras que no tiene que ver con la edad, algo mas con lo que luche en mi juventud fue ¿Cómo sabré si Dios me llama para algún tipo de ministerio cristiano? Fui a mi pastor en busca de un consejo. Su Consejo fue: "si Dios te llama al ministerio cristiano, entonces lo mejor será hacerlo. ¡Pero si no es él quien te llama, será mejor que no lo hagas!" Buenos consejos pero no respondieron a mi pregunta. Salí de allí tan confundido como cuando llegue.
Quizás el consejo más útil que recibí fue de Oswald Chambers, quien describió la llamada de Dios como "la llamada del mar al marinero. Sólo él quien tiene la naturaleza de ver dentro de sí mismo escuchará ese llamado."
En otras palabras, un hombre que es "llamado" a ser marinero tiene, metafóricamente hablando, agua salada en sus venas y él no puede descansar hasta que sale al mar. Así es con el llamado de Dios, uno no puede descansar hasta que él o ella sale de la seguridad de la orilla y se lanza a la profundidad de lo que cree que Dios le está llamando a hacer.
Otra prueba es la misma que seria para un músico. ¿Están dotados para lo que creen que es su llamado? Por ejemplo, no creo que Dios llame a personas que no pueden cantar en clave para ser solistas o miembros del coro. Como regla general, aunque no siempre, los amigos pueden ayudarles a enfrenta esta prueba de manera realista; es decir, ellos pueden ver si están dotados para lo que piensan que han sido llamados a hacer.
Otra excelente prueba es tratar de hacer lo que sienten que han sido llamados a hacer. Por ejemplo, cuando siento que Dios me está guiando o llamándome para hacer algo, intento hacerlo en forma pequeño para ver si es de Dios o de mí mismo. Prefiero ponerlos a prueba y estar equivocado que, a través del miedo al fracaso, nunca salir a intentarlo para ver si es de Dios. Es posible que deba intentarlo varias veces lo que siente que es el llamado porque las cosas que valen la pena rara vez vienen fácilmente. Sugiero que otros hagan lo mismo. Sólo ustedes pueden probar lo que sienten que es su llamado.
Sin embargo, tengan la seguridad de que si Dios les ha llamado o guiado a hacer algo, él los ayudará. Pero también tenemos que hacer nuestra parte—y obtener la preparación necesaria para hacer bien aquello para lo que estamos dotados y hemos sido llamados por Dios. Como regla general, responder al llamado de Dios y hacer su voluntad es algo que nos complacerá hacerlo—¡incluso si nos toma un tiempo! Como el salmista escribió acerca de Jesús, diciendo, Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad."2
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor dame un corazón receptivo y la facultad de saber escuchar para lo que me estas llamando a hacer—no importa lo que sea. Dame el valor de salir e intentarlo, y si es de ti, obtener el entrenamiento necesario para hacer bien mi trabajo para tu gloria y el beneficio de los demás. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, Amén."
1. Isaías 6:8 (NVI).
2. Salmos 40:8.
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