|
Encuentros Diarios
Julio 03, 2017
El obispo que perdió el camino
Jesús dijo, "¡Entren por la puerta estrecha! Porque es ancha la puerta y espacioso el camino que conduce a la destrucción, y muchos entran por ella. Pero estrecha es la puerta y angosto el camino que conduce a la vida, y son pocos los que la encuentran."1
Hace algunos años el obispo Fulton J. Sheen estaba programado para hablar en el Ayuntamiento en una ciudad desconocida. Decidió caminar y en el camino se perdió. Vio a algunos chicos y les preguntó cómo llegar al Ayuntamiento.
"¿Qué va ha hacer allí?" preguntó uno de los chicos.
"Voy a dar una conferencia," explicó el Obispo.
¿Sobre qué?
"Sobre el camino al cielo. ¿Quieres venir conmigo?"
"¿Esta bromeando?" dijo el chico, "¡Usted no sabe ni siquiera llegar al Ayuntamiento!"
Es una tragedia que tantas personas se pierdan, no en su camino hacia cualquier dirección terrenal, pero en el camino a su destino eterno. Por lo que muchos creen, como yo lo hice alguna vez, que si hemos hecho suficientes cosas buenas para compensar las cosas malas que hemos hecho, que estas nos llevarán el cielo de Dios.
No es
así, me temo. Jesús dijo, "yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie
viene al padre [Dios] sino por
mi."2 Esto es debido a que, no importa cuán buenos
seamos de acuerdo a los estándares humanos, cada uno de nosotros nace con la
"enfermedades del pecado." Y si Dios permitiera la enfermedad del
pecado en el cielo, esto destruiría al cielo como lo ha hecho con la tierra.
El camino hacia Dios y el cielo es no a través de nuestras buenas obras, pero aceptando al hijo de Dios, Jesucristo, como nuestro Señor y Salvador personal. Jesús murió para pagar la sanción de nuestros pecados, para poder liberarnos de los efectos de la enfermedad del pecado, los cuales son la muerte eterna y la separación de Dios: la fuente de todo amor y vida.
Debido a lo que Jesús hizo, Dios ahora nos ofrece un indulto libre para todos nuestros pecados. Todo lo que tenemos que hacer es reconocer que somos pecadores, agradecer a Jesús por haber muerto en la Cruz en nuestro lugar por nuestros pecados, invitarle a ser parte de nuestras vidas como Señor y Salvador personal y aceptar su perdón, su don de la vida eterna y un hogar en el cielo para siempre. Esto es una Navidad especial de parte de Dios a todos los que creen.
Si hubiera existido cualquier otra forma de estar en una buena relación con Dios y el cielo, entonces Dios nunca habría tenido que enviar a su hijo a morir en la Cruz por nosotros. Por lo tanto, si nunca han aceptado el regalo de Dios del perdón y de la vida eterna y le gustaría hacerlo ahora, asegúrese de leer: "Como saber que es cristiano autentico, sin tener que ser religioso": http://www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios mío, gracias por tu regalo de amor al mundo y por darnos a tu Hijo, Jesús, para morir en la cruz por mis pecados. Creo en ti y te pido perdón por todos mis pecados. Y Jesús, gracias por morir en la cruz en mi lugar y te invito a estar en mi corazón y en mi vida como mi Señor y Salvador. Ayúdame a vivir para ti, siempre, en todos los aspectos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Mateo 7:13-14.
2. Juan 14:6 (NVI).
<:))))><
|
|