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Encuentros Diarios
Julio 13, 2017
Honestidad personal: la clave para relaciones exitosas — Segunda parte
"He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, y en lo secreto me has hecho comprender sabiduría."1
Hablando acerca de honestidad personal en lo que respecta a las relaciones interpersonales, el escritor, Dr. John Powell, cree que "la mayoría de nosotros sentimos que los demás no tolerarían la honestidad emocional en la comunicación. Preferimos defender nuestra falta de honradez aduciendo que podrían lastimar a alguien más, y, habiendo racionalizado nuestra falsedad en nobleza, nos conformamos con relaciones superficiales. Por consiguiente, no crecemos, ni ayudamos a otros a crecer. Mientras tanto, tenemos que vivir con emociones reprimidas—un camino peligroso y autodestructivo a seguir. Cualquier relación que debe tener la naturaleza de un personal encuentro sincero debe basarse en un nivel de comunicación honesta, abierta e instintiva. La alternativa es permanecer en mi prisión, para soportar la muerte como persona centímetro a centímetro."2
El negar las emociones (y los motivos) también causa la exageración de características opuestas. Las personas extremadamente dulces a menudo están ardiendo por dentro con hostilidad. Las personas que se aíslan de los demás sacan su ira en los demás en formas pasivo-agresivas. El ensimismarse es una "manera sucia para luchar," El dogmático esta torturado con las dudas sobre si mismo. Las personas que aparentar gran confianza en sí mismas son inseguras. Los puritanos extremistas están compensando las insuficiencias sexuales. Otros silencian los sentimientos dolorosos en actividad que los mantiene ocupados constantemente, dependencia en las sustancias, comportamientos destructivos, comer en exceso, hablar constantemente, fervor religioso desequilibrado, rigidez teológica, una actitud controladora y así sucesivamente.
Otros proyectan sus fallas en los demás, viendo en ellos las fallas que se encuentran ocultas dentro de sí mismos. Simplemente no pueden aceptar en los demás lo que se niegan a aceptar en sí mismos. O podrían desplazar sus malos sentimientos al desquitarse con alguien más. Por ejemplo, Fred puede estar enfadado por su jefe, pero temiendo que pudiese perder su trabajo si dice algo, se desquita con su esposa e hijos.
También nos podemos convertido en expertos en racionalización. Por ejemplo, cuando negamos nuestros temores, podemos inconscientemente sabotear nuestras relaciones, o predisponernos a fallar en ciertas situaciones. Entonces sacudimos nuestros fracasos con excusas, culpando a otros, o incluso diciendo que lo que ha sucedido debe ser la voluntad de Dios.
El reto es, ¿cómo podemos aprender a ser honestos con nosotros mismos? No es fácil. Para muchos, es como aprender un nuevo idioma. Y como no somos honestos con nosotros mismos, no hay manera que podamos ser honestos con Dios o cualquier otra persona. Y sin la honestidad personal, es imposible tener la cercanía y una intimidad verdadera con alguien. Sin embargo, hay algunas medidas positivas que podemos tomar. Analizaremos estos en el encuentro diario de mañana.
Continuará ...
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a estar en contacto con todas mis emociones y mis razones y a ser honesto acerca de estas para que pueda conocer la sabiduría en mi ser interior. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Salmos 51:6.
2. John Powell, ¿Por qué le temo a decirte quién soy?, pagina 61. Argus Communications, San Mateo, Illinois. Derechos reservados 1969. Utilizado con permiso del autor.
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