|
Encuentros Diarios
Julio 17, 2017
Testigo andante
"Pero cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra."1
He leído cómo, "mientras asistía a una Universidad en Londres, Mahatma Gandhi estuvo casi convencido de que la religión cristiana era la religión verdadera, la religión sobrenatural del mundo. Tras su graduación continuó buscando pruebas que le harían ser un cristiano comprometido, el joven Gandhi aceptó empleo en África oriental y durante siete meses vivió en la casa de una familia que eran miembros de una iglesia cristiana evangélica. Tan pronto como descubrió este hecho, decidió que ese sería el lugar para encontrar la evidencia que buscaba.
"Pero a como pasaron los meses y vio la ligereza de su actitud hacia la causa de Dios, les escuchó quejarse cuando fueron llamados a hacer un sacrificio para el Reino de Dios y sintió su apatía religiosa en general, el interés de Gandhi se convirtió en decepción. Se dijo en su corazón, 'no, no es la religión verdadera y sobrenatural que esperaba encontrar. Es una religión buena, pero sólo una más de las muchas religiones en el mundo.'"2
Recordemos que como hijos de Dios no se nos llama a testificar pero para ser testigos de Cristo. Dondequiera que estemos, dondequiera que vayamos, hagamos lo que hagamos—en todas las circunstancias en todo momento estamos siendo testigos de Cristo. Recuerdo haber leído hace años las siguientes palabras en un cartel en la Oficina en un Colegio al que asistí.
La verdad viviente es lo que ansió ver,
no puedo vivir con lo que solía ser,
así que cierra tu Biblia y muéstrame cómo
vive ahora el Cristo del que me hablas.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor, ayúdame a recordar que como un hijo tuyo, estoy siendo un testigo bajo todas las circunstancias en todo momento. Ayúdame a vivir para que mi vida sea siempre un buen testigo y utilízame para atraer a otros para ti. Que las personas al ver a Jesús en mí, lo quieren también para ellos mismos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén. "
1. Hechos 1:8 (NVI).
2. Ilustraciones evangélicas.
<:))))><
|
|