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Encuentros Diarios
Julio 19, 2017
Sin dolor no hay ganancia
"Más bien, golpeo mi cuerpo y lo domino, no sea que, después de haber predicado a otros, yo mismo quede descalificado."1
Vivo en la cima de una colina muy empinada de un poco más de kilometro y medio de largo, y para hacer ejercicio me gusta montar mi bicicleta de montaña subiendo y bajando la colina, al menos tres veces por semana. Es muy divertido bajar la colina pero subirla, esa es otra historia. . . y nunca parece hacerse más fácil. Alguien me preguntó, "¿Te gusta pasear en bicicleta?" ¿Mi respuesta? "Me encanta montar en bicicleta."
Es cierto, no disfruto el subir la colina. Es un trabajo duro, pero me encanta haber montado en bicicleta debido a los beneficios obtenidos. Hay un beneficio inmediato, ya que es un gran alivio al estrés, compensando algunos de los efectos adversos del estrés. También produce endorfinas en el cerebro que me ayudan a sentirme mucho mejor emocionalmente que cuando no hago ejercicio regularmente. Además me ayuda a mantener mi cuerpo en forma; es ideal para el sistema circulatorio y me ayuda a mantenerme apto físicamente. Además, como Pablo lo sugirió, la disciplina del cuerpo ayuda a mantener la disciplina en otros ámbitos de la vida
La autodisciplina en todos los ámbitos de la vida es un desafío interminable, pero los dividendos de una vida disciplinada merecen cada esfuerzo realizado. La disciplina nunca ocurre por casualidad. ¡Es una elección—una opción fresca cada día!
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a comprender la importancia, no sólo de la disciplina física, pero de la disciplina en todos los ámbitos de la vida. Y dame el coraje/valor para enfrentar y afrontar cada barrera en mi vida que lucha en contra de la autodisciplina. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén.
1. 1 Corintios 9:27.
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