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Encuentros Diarios
Octubre 24, 2017
Verdad o mentiras?
"Por eso Dios los entregó a los malos deseos de sus corazones, que conducen a la impureza sexual, de modo que degradaron sus cuerpos los unos con los otros. Cambiaron la verdad de Dios por la mentira, adorando y sirviendo a los seres creados antes que al Creador, quien es bendito por siempre. Amén. Por tanto, Dios los entregó a pasiones vergonzosas. En efecto, las mujeres cambiaron las relaciones naturales por las que van contra la naturaleza."1
El primer oficial a bordo de un buque decidió celebrar una ocasión con un "poco" de ron que había subido a bordo a escondidas. Por desgracia se emborrachó y estaba todavía borracho a la mañana siguiente.
El capitán lo vio borracho y, cuando el primer oficial ya estaba sobrio, le mostró la siguiente entrada en la bitácora de la nave: "El primer oficial se embriagó hoy."
"Capitán, por favor, no deje esa entrada en el registro," dijo el oficial. "Esto podría añadir meses o años para que yo llegue a ser capitán."
"¿Es verdad lo que escribí?" preguntó el capitán, conociendo de antemano la respuesta.
"Sí, sí lo es." Respondió el oficial.
"Entonces, si es verdad tiene que ir en el registro. Esa es la regla. Si es verdad, entra en el registro, final de la discusión." dijo el capitán con toda seriedad.
Semanas más tarde, fue el turno del primer oficial para hacer las entradas del registro. Así que el primer oficial escribió: "el barco parece en buena forma. El capitán estaba sobrio hoy."2
Bromas aparte, las personas pueden hacer que las cosas digan o parezcan ser o decir lo que ellos quieran. La realidad es que vemos las cosas, no como lo son, pero de la manera como nosotros somos. Y entre más deshonestos seamos con nosotros mismos, más distorsionaremos el resto de la verdad, incluyendo la verdad acerca de Dios, para hacerla coincidir con nuestra percepción de la realidad y para que diga lo que queremos que diga. En otras palabras, cambiamos la verdad por una mentira.
Lamentablemente, algunos líderes empresariales, algunos reporteros y algunos políticos son maestros del engaño. Toman las cosas fuera de contexto y las tuercen para hacerlas parecer lo que no son. Hacen promesas que no pueden mantener. Acusan a los opositores políticos de no resolver los problemas que ellos mismos no tienen forma de resolver: todo para ganar votos. En las noticias una noche escuché a la gobernadora de un Estado culpar a otro político por la falta de trabajos en su estado. Me gustaría haberle preguntado qué es lo que ella estaba haciendo sobre el problema en su estado y por qué no lo había solucionado. Son demasiados los políticos que han perdido la credibilidad. Lo que necesitamos hoy en día son estadistas, no políticos.
De consecuencias aún más graves y perjudiciales son aquellas creadas por tantos hoy en día para torcer la palabra de Dios para que diga lo que ellos quieren decir. Llaman al aborto una elección. Llaman a la relación con la persona con quien viven en pecado un estilo de vida alternativo. Dicen que el rechazo de la homosexualidad y el matrimonio homosexual no va con la sociedad ilustrada de hoy. La palabra de Dios sobre estos asuntos no es de interés alguno para ellos. Tratan de destruir las bases fundamentales que hacen a un país grande. En todos estos casos han intercambiado "La verdad de Dios con una mentira."
La palabra de Dios nos advierte: "No se dejen engañar: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra."3
Sólo la verdad liberará a la humanidad. El creer en las mentiras mantiene a una nación y a sus individuos bajo un régimen de servidumbre.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, como una nación unida te hemos dado la espalda, hemos hecho caso omiso de tu palabra, nos hemos olvidado de todas las bendiciones que nos has otorgado tan libremente, hemos tomado la gloria para nosotros y hemos convertido tu verdad en una mentira. Ten piedad de nosotros. Perdónanos nuestros pecados y envíanos un gran despertar espiritual para que podamos regresar a tu camino. Por favor inicia tu trabajo conmigo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Romanos 1:24-26 (NVI).
2. Proporcionado por Stan Kegel. Citado en Bill's Punch Line.
3. Gálatas 6:7.
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