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Encuentros Diarios
Abril 29, 2021
La disciplina de Dios
"Ciertamente, ninguna disciplina, en el momento de recibirla, parece agradable, sino más bien penosa; sin embargo, después produce una cosecha de justicia y paz para quienes han sido entrenados por ella."1
Billy Graham comentó cómo, "cuando el carpintero necesito madera para hacer el mástil de un barco de vela, él no la cortó del valle, pero subió hasta la ladera de la montaña donde los árboles han sido golpeados por los vientos. Estos árboles, él lo sabía, eran los más fuertes de todos. Las dificultades en la vida no son nuestra elección; pero si las enfrentamos valientemente, puede fortalecer la fibra de nuestras almas."
Y eso es exactamente la razón por la cual Dios nos disciplina y nos permite pasar por situaciones difíciles. Estas situaciones están diseñadas para fortalecernos y ayudarnos a crecer para ser más sanos y fuertes. Y mientras que "ninguna disciplina parece agradable en el momento de recibirla, pero más bien dolorosa," lo que necesitamos recordar en todo momento es que el Señor disciplina a los que ama."2
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por amarme como soy, pero también por amarme demasiado como para dejarme como soy. Gracias, también, por permitir que los retos lleguen a mi vida para ayudarme a crecer, madurar y fortalecerme. Ayúdame a aceptar tu disciplina y a usarla para cumplir el propósito que tienes para mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Hebreos 12:11 (NVI).
2. Hebreos 12:11,6 (NVI).
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