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Encuentros Diarios
Noviembre 20, 2017
Aprendiendo de los pichones
"Ninguna cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas."1
Pueden haber leído sobre un experimento donde "unas palomas eran colocadas en jaulas con un botón de color verde y uno rojo. En una jaula, si las aves picoteaban el botón verde recibían alimentos en cada ocasión. En el otro, el botón verde producía alimentos de forma errática y las palomas tuvieron que persistir para obtener el alimento suficiente. En ambos casos, el picotear el botón rojo no hacía nada. Ambos conjuntos de aves prosperaron, aprendieron lo que tenían que hacer para sobrevivir e ignoraban el botón rojo que no tenía ningún alimento. Pero cuando las aves que estaban acostumbradas a obtener una recompensa cada vez que oprimían el botón fueron puestas en la jaula que les alimentaba sólo ocasionalmente, estas no lograron adaptarse; se golpeaban la cabeza contra la jaula y picoteaban salvajemente todo lo que tenían a la vista."2
Las aves y los animales pueden ser muy inteligentes y aprenden rápidamente a seguir las actividades que producen resultados positivos evitando las actividades que no dan resultados. Lástima que los seres humanos no siempre seamos tan inteligentes. Muchos de nosotros invertimos nuestras vidas en actividades y relaciones vacías, sin sentido o incluso perjudiciales y tenemos la costumbre de continuamente golpear botones rojos que siempre dan como resultado respuestas negativas.
Otros, que, como las palomas que estaban acostumbradas a obtener recompensas en todo momento cuando se les puso en la jaula donde eran recompensados sólo ocasionalmente, no lo pudieron superar, por lo tanto a las personas que en su niñez fueron sobreprotegidas, mimadas o tuvieron padres que hacían demasiado por ellos, tienen dificultad para ajustarse a la vida adulta y aceptar la responsabilidad personal. También de adultos, cuando nosotros, otras organizaciones y el Gobierno hace por otros lo que ellos PUEDEN y NECESITAN hacer por sí mismos, los mantenemos siendo sobre dependientes e irresponsable.
Como adultos necesitamos eliminar (superar) nuestros propios botones rojos que reactivan esos problemas sin resolver del pasado y sin la intención de hacerlos golpeamos los botones rojos de los demás que nunca dan los resultados necesitamos o deseamos.
Además, tenemos que aprender a través de la experiencia y el trabajo duro a aceptar la responsabilidad personal de cada área de nuestra vida. Es cierto, no somos responsables de nuestra educación y formación, pero como adultos somos totalmente responsables de nuestra recuperación, nuestras acciones, nuestro bienestar, por quien somos y lo que somos y por todos los ámbitos de nuestra vida. El esperar lo contrario es contraproducente y en última instancia autodestructivo.
Lo más importante de todo es que tenemos que recordar que no sólo somos responsables por nosotros mismos y lo que hacemos, sino también somos responsables ante Dios y un día será necesario que le entreguemos una cuenta de nuestra vida.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por el regalo de la vida y por todas las bendiciones que me has dado libremente. Ayúdame a ver los problemas en mi vida que tengo que resolver y vencer para evitar el tener que golpear innecesariamente los botones rojos de otros, y ayúdame a aceptar mi responsabilidad personal en cada área de mi vida para que cuando este frente a ti, escuche tus palabras de bienvenida, 'Bien, buen siervo y fiel; sobre poco has sido fiel, sobre mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.' Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Hebreos 4:13 (NVI).
2. Michael Josephson en El Carácter Cuenta. http://www.charactercounts.org/
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