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Encuentros Diarios
Abril 12, 2018
El Secreto de la Felicidad - Parte III
"Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados."1
Ya hemos señalado que la felicidad es muchas cosas para mucha gente. Es saber y aceptar quienes somos; es aprender a vivir con las circunstancias que no podemos cambiar; tener un propósito noble para vivir; y tener algo que hacer de valor.
"Si usted encuentra a un hombre feliz," dice un autor, "usted lo encontrara construyendo un bote, escribiendo una sinfonía, educando su hijo, o cosechando flores de su jardín. No estará buscando la felicidad como si fuera un botón que ha caído debajo de un armario, el no estará luchando por ella como un fin en sí mismo, se habría dado cuenta que él es feliz viviendo la vida al máximo veinticuatro horas del día. "
La persona feliz también tiene relaciones saludables con otras personas. La persona que vive sólo para sí mismo es inmadura y miserable por lo general. También los sabios griegos tenían una palabra para la persona que era egocéntrico. Era "idios" de que proviene la palabra "idiota". También significa que pertenece a uno mismo.
Amar y ser amado es, sin duda, uno de las necesidades mas grandes de la humanidad. Sin amor, lo de mas no tiene sentido. Una vez más, sin embargo, el amor viene de adentro. Si damos amor, también lo vamos a recibir. Es la ley de la vida. Desafortunadamente, mucha gente, especialmente cuando eran niños, fueron lastimados por la falta de amor y ya como adultos tienen miedo de amar por miedo a ser lastimados otra vez. Con un consejo eficaz y con la voluntad de superarlo, este miedo normalmente se puede superar.
También se necesita ser integro para ser feliz. Si uno es pleno y maduro la felicidad nos seguirá.
El hombre mas grande que ha existido, Jesucristo, es nuestro gran ejemplo. El desarrollo cada área de su vida. El "siguió creciendo en sabiduría y estatura, y cada vez más gozaba del favor de Dios y de toda la gente."2 El maduro mentalmente, físicamente, espiritualmente, socialmente, y emocionalmente. Tenemos que hacer lo mismo.
Finalmente, el carácter y una conciencia clara son necesarias para que la felicidad perdure. Sentirse perdonado por todo lo malo que uno ha hecho da un sentido profundo de libertad. Debemos dejar a un lado nuestros errores y cualquier relación deteriorada resuelta. No solo necesitamos el perdón de nuestros hermanos, pero también el de Dios. Cuando confesamos nuestros pecados y faltas a El nos perdona. Y después tenemos que perdonarnos a nosotros también.*
Recuerda, la felicidad es un proceso, no es un evento. Seguir con diligencia el proceso de la felicidad/satisfacción será la rica recompensa.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por darme los principios de tu Palabra para encontrar la paz que dura, alegría y felicidad. Dame amor por tu Palabra para saber como vivir y encontrar la paz interior que tu has prometido a todos los que te ponen en primer lugar primero y siguen en tus caminos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús. Amen."
1. Mateo 5:6 (NVI).
2. Lucas 2:52 (NVI).
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