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Encuentros Diarios
Mayo 29, 2018
Ayudame, Señor, Ayudame!
"Pedro bajó de la barca y caminó sobre el agua en dirección a Jesús. Pero al sentir el viento fuerte, tuvo miedo y comenzó a hundirse. Entonces gritó: '¡Señor, sálvame!'"1
Tiempo atras habia un anuncio de televisión donde un hombre iba caminando alegremente por la acera ocupándose de sus propios asuntos cuando ve a una mujer atractiva que venía hacia él. A medida que fija su mirada en ella, el es despertado repentinamente por que choca con un poste de luz. Si esto fuera cierto, uno podria imaginar a la mujer en cuestión muriendose de la risa.
Varias veces yo he camindo viendo a la dirección equivocada . . . o peor aún, cuando yo iba en la dirección correcta, pero mi mente estaba en otra cosa.
Uno se acuerda de las palabras de Hannah More, quien dijo: "Los obstáculos son esas cosas espantosas que ves cuando apartas tus ojos de tu meta." Aún más importante es estar siempre conscientes de los problemas que podrían suceder si quitamos nuestros ojos del Señor y decidimos seguir nuestro propio camino.
Es difícil imaginar que siendo pescador Pedro tuvo miedo de hundirse en el agua cuando le quitaba los ojos del Señor. Pedro era sin duda un excelente nadador. No puedo imaginar que no lo era. Pero por alguna razón Pedro tuvo miedo y, por suerte para él, tan pronto como se dio cuenta de que estaba en problemas, volvió a mirar a Jesús y le gritó: "¡Señor, sálvame".
Esa es una buena lección para nosotros cuando quitamos la mirada de el Señor y sabemos de hecho que estamos en problemas o que vamos hacia el.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a mantener siempre mis ojos en Ti y seguir tu liderazgo en todos los ámbitos de mi vida. Pero si quito mis ojos de ti y empiezo a hundirme, ayudame a ver rápidamente el error, volver a ti, y exclamar: '¡Señor, sálvame'. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, Amén."
1. Mateo 14:29-30 (NVI).
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