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Encuentros Diarios
Enero 29, 2018
La almohada del Mar
"Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. Por eso, no temeremos aunque se desmorone la tierra y las montañas se hundan en el fondo del mar; aunque rujan y se encrespen sus aguas, y ante su furia retiemblen los montes."1
Hace varios años un submarino fue sometido a prueba y tuvo que permanecer sumergido durante muchas horas. Cuando regresó al puerto, se le preguntó al capitán, "¿Cómo le afecto la terrible tormenta de anoche a usted?" El oficial lo miró con sorpresa y exclamó: "Tormenta? Ni siquiera sabía que había una!" El submarino se sumergió bien profundo y llego hasta a la zona conocida por los marinos como "la almohada del mar." Aunque el océano sea agitado por el viento con grandes olas, las aguas profundas no se mueven.2
Ser cristiano no nos librará de las pruebas y los problemas de la vida, porque vivimos en un mundo roto donde llueve sobre justos e injustos.3 Sin embargo, nuestra fe en Cristo nos da un ancla en la tormenta y un escondite a la sombra de sus alas. Como David, el salmista oró: "Ten compasión de mí, oh Dios; ten compasión de mí, que en ti confío. A la sombra de tus alas me refugiaré, hasta que haya pasado el peligro."4
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, en las palabras del escritor de los himnos, 'Cuando las tormentas de la vida están en su apogeo, Cuenta conmigo, Cuando el mundo lance como un barco sobre la mar, Tú dominas el viento y el agua, Cuenta conmigo'5 Y cuando las tormentas de la vida están en su apogeo, ayúdame a poner mi confianza en Ti, para que pueda encontrar calma y paz interior, independientemente de las circunstancias que amenazan con ahogarme. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, Amén."
1. Salmos 46:1-3 (NVI).
2. Rev. Adrian Dielemna en su sermon: "Receive the Holy Spirit."
3. Mateo 5:45.
4. Salmos 57:1-2 (NVI).
5. "When the Storms of Life Are Raging," Charles A. Tindley.
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