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Encuentros Diarios
Febrero 25, 2021
La Decision es Nuestra
"Así que lo mandó a
llamar y le dijo: '¿Qué es esto que me dicen de ti? Rinde cuentas de tu
administración, porque ya no puedes seguir en tu puesto.'"1
Yo fui líder de jóvenes por 12 años. Muchos de los jóvenes con los cuales
trabaje venían de hogares quebrados o disfuncionales. Habían visto abuso, adicción,
alcoholismo, y todos anhelaban sentir amor y cariño. A través de los años me
toco caminar con estos jóvenes mientras trabajaban en superar su pasado. Gracias
a Dios y al gran esfuerzo de cada uno pudieron dejar su pasado atrás, ir a la universidad,
tener sus profesiones y/o ministerios, y ser esposos(as) amorosas y respetuosas,
y padres ejemplares para sus hijos.
Sin embargo, también había jóvenes
que no pudieron dejar su pasado atrás. Decidieron seguir cargando el dolor, se
involucraron en diferentes adicciones, y siguen luchando con eso hasta hoy. Algunos
tienen hijos, pero llevaban el mismo patrón dañino con el cual ellos crecieron.
No es lo que ocurre con
nosotros en la vida, pero cómo reaccionamos ante ello lo que hace la
diferencia. Todo ser humano en la misma situación tiene las posibilidades de
elegir cómo él reaccionará, ya sea positiva o negativamente. Con Cristo, es
posible romper cadenas y ser libres del pasado.
Es cierto que los niños que crecen en un ambiente familiar cálido, donde hay
amor y cariño reciben un mejor comienzo en la vida. Sin embargo, no existe
ninguna garantía de que se conviertan en ciudadanos modelos. Ellos, también,
como el resto de nosotros, ya sea consciente o inconscientemente, hacen la
elección de cómo van a vivir su vida.
Si crecimos en un ambiente hogareño menos deseable, podemos elegir el sentir
pena por nosotros mismos, jugar el juego de la culpa y cojear a lo largo de las
sombras de la vida sin un objetivo o propósito—y desperdiciar nuestra vida. O,
si lo deseamos, como un gran hombre a quien conozco, quien también tuvo un
padre alcohólico, podemos optar por hacer algo que valga la pena con nuestra
vida, crecer a través de nuestras dificultades, y con la ayuda de Dios,
convertirnos en las personas que Dios quiere que seamos y, al hacerlo, invertir
nuestra vida en una causa que valga la pena y en un propósito noble. La decisión
es nuestra.
Me doy cuenta de que puede ser muy difícil en honrar a una madre o un padre,
que es un alcohólico, un abusador o un padre que abandona. Sin embargo, creo
que la mejor manera en la que podemos honrar a dichos padres consiste en no
permitir que nuestro pasado determine nuestro futuro. Qué gran honor sería para
todos nosotros, los padres, si nuestros hijos se elevan por encima de sus
primeros reveses para invertir sus vidas sabiamente en hacer el bien a los
demás.
Oración sugerida: "Querido Dios, por favor, ayúdame a superar todas las
dificultades que haya tenido en el pasado. Elijo, con tu ayuda, invertir mi
vida sabiamente para que, cuando de una cuenta de mi vida ante ti, pueda
escuchar tus palabras de bienvenida, 'bien hecho, siervo bueno y fiel. Entra en
la alegría de tu Señor.' Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con
gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. Lucas 16:2.
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