Encuentros Diarios
Mayo 30, 2019
Viviendo en un Mundo Bumerang
“Piden y no reciben, porque cuando piden lo hacen para gastar en sus deleites.”1 “Cercano está Dios a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.”2
Hay una broma un poco tonta sobre el anciano aborigen Australiano a quien se le dio un bumerang nuevo en Navidad. Desafortunadamente se volvió loco tratando de tirar a la basura su viejo bumerang. Pero fue imposible ya que el bumerang seguia regresando!
La vida es algo parecido a eso. ¿Han tratado de deshacerse de algún mal hábito … o alguna adicción que les afecta?
Alguien dijo que la mejor manera de romper un mal hábito es e solo dejarlo. Claro que sería muy bueno si fuera así de fácil. No lo es. Sin embargo, si no rompemos el hábito o la adicción, ellos encontraran la forma de rompernos.
¿Así que como nos deshacemos de un mal hábito o de una adicción que nos afecta?
Primero, necesitamos admitir que tenemos un problema y que nos ha vencido. A la única persona a la que Dios o alguna persona puede ayudar es a aquella que admite, “tengo un problema. Necesito ayuda”—y lo hace genuinamente y está preparado para hacer algo al respecto. Los malos hábitos y las adicciones raramente nos dejan si echar batalla.
Segundo, necesitamos evitar a cualquier precio el jugar el juego de la culpa y aceptar total responsabilidad por nuestras acciones y nuestra recuperación.
Tercero, necesitamos comprender que los malos hábitos y especialmente las adicciones son una manera de medicar algún problema interno o un dolor que no hemos enfrentado, tratado de arreglar o resolver. Los malos hábitos d y las adicciones son casi siempre el fruto de una raíz más profunda.”
Cuarto, necesitamos buscar ayuda calificada, estar en un grupo de apoyo/recuperación con un terapeuta o consejero calificado. Necesitamos de éste apoyo para mantenernos responsables y dejar de actuar en nuestra adicción para medicar el dolor. Para sanar necesitamos sentir. El medicarnos nos evita el sentir y no nos deja enfrentar y resolver los problemas.
Quinto, necesitamos orar las oraciones correctas. Mucha gente le ruega a Dios que les libere de los síntomas destructivos, pero nunca se poner a pensar en que ellos necesitan orar a Dios para que los confronte con la realidad de la causa o causas que los llevan a actuar a través de hábitos o adicciones destructivas. Es solo cuando enfrentamos y confrontamos la verdad detrás de nuestros hábitos destructivos que tenemos alguna oportunidad de recuperación.
Como lo decía el Doctor Cecil Osborne, “Cuando escondemos un secreto profundamente tendemos a confesar algún otro con gran vigor.” Eso es; en vez de confesar la causa o causas de nuestro comportamiento nos obsesionamos y confesamos solamente los síntomas. Esto tiende a reforzar la adicción en vez de vencerla porque en lo que la mente piensa, el cuerpo lo actúa.”
Cuando oramos por la verdad y lo hacemos de manera genuina, Dios siempre responde. Una vez que vemos la verdad (causa) de nuestros problemas, usualmente sabemos lo que debemos hacer para resolverla. Como lo dice la palabra de Dios, “Cercano está DIOS a todos los que le invocan, a todos los que le invocan de veras.”2
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, no importa con que problemas este batallando, por favor ayúdame a ver la causa real detrás de ellos, y con tu ayuda aceptar la responsabilidad total para enfrentarlos. También, por favor guíame hacia la ayuda que necesito para vencerlos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazón en el nombre de Jesús, amén.”
1. Santiago 4:3 (NIV).
2. Salmos 145:18 (NIV).
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