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Encuentros Diarios
Abril 26, 2018
Disparandole a los heridos
"En fin, vivan en armonía los unos con los otros; compartan penas y alegrías, practiquen el amor fraternal, sean compasivos y humildes. No devuelvan mal por mal ni insulto por insulto; más bien, bendigan, porque para esto fueron llamados, para heredar una bendición."1
Dr. Leslie Flynn escribe sobre el tiempo cuando los ingleses y los franceses estaban en guerra en el Canadá colonial. Al "Almirante Phipps, a cargo de la flota británica, se le ordenó anclar fuera de Quebec, una ciudad sobre el río San Lorenzo. Sus órdenes eran las de esperar la llegada de la infantería británica y asi unirse a las fuerzas de tierra en el ataque.
"Llegando temprano, el almirante Phipps, un ardiente inconformista, se molestó al ver las estatuas de los santos que adornaban el techo y las torres de la catedral católica. Así que pasó el tiempo disparándoles con las armas del buque. No sabemos a cuántos les pegó, pero la historia cuenta que cuando llegó la infantería y se dio la señal de atacar, el Almirante se encontró sin municiones. Las había utilizado para dispararle a los santos."
Algunas veces me pregunto, en la iglesia, que cantidad de nuestros esfuerzos se va en pelear entre nosotros sobre trivialidades insignificantes, y "disparándole a nuestros caídos," en vez de unir nuestros esfuerzos para atacar al verdadero enemigo como lo es la ambición, la deshonestidad, la forma de vivir inmoral, violencia, aborto, matrimonios entre personas del mismo sexo, pornografía—y todo aquellos que es dañino a las personas y la sociedad.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a no perder mi tiempo, mi energía y recursos en trivialidades o enfocándome en cosas menores, pero a enfocarme en lo que es importante. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. 1 Pedro 3:8-9 (NVI).
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