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Encuentros Diarios
Marzo 30, 2018
El mensaje musical del cielo para el Viernes Santo
"Él fue traspasado por nuestras rebeliones, y molido por nuestras iniquidades; sobre él recayó el castigo, precio de nuestra paz, y gracias a sus heridas fuimos sanados. Todos andábamos perdidos, como ovejas; cada uno seguía su propio camino, pero el Señor hizo recaer sobre él la iniquidad de todos nosotros."1
El año 1741 fue un año muy deprimente para George Frederick Handel. Su última ópera había fracasado. Su compañía de ópera en Londres fue disuelta. Ese mismo año falleció la reina Carolina y las comisiones que Handel había recibido para componer música para ocasiones reales se acabó. Una embolia padecida años atrás no sólo le afectó físicamente, pero afectó su música. Parecía como si el genio que hizo su música tan popular hubiese desaparecido.
A finales de ese año, Charles Jennes, un poeta muy poco conocido, le envió a Handel un manuscrito solicitando que Handel escribiese una pieza musical que fuese de acuerdo con el manuscrito. Cuando Handel leyó la copia, las palabras le atraparon. De repente se sintió vivo de nuevo. Inmediatamente, comenzó a componer la música. Él trabajó toda esa noche y gran parte del día siguiente. De hecho, trabajó día y noche por 22 días más, apenas y se detenía para comer o dormir.
Cuando termino la composición sintió que había creado una verdadera obra de arte. Su "Mesías" fue presentado al año siguiente y fue un éxito inmediato.
Las palabras que Jennens escribió y que inspiraron a Handel y le sacaron de esa fosa de desesperación fueron palabras acerca del Salvador: "fue despreciado y rechazado por los hombres. Buscó por alguien que tuviese piedad de él, pero no encontró hombre alguno. El confió en Dios. Dios no dejó su alma en el infierno. Sé que mi Redentor vive. Alégrense. ¡Aleluya!"
En este día hace mas de 2000 años, Jesucristo el Hijo de Dios, murió en la tormentosa cruz romana para pagar al pena por nuestros pecados. Pero gracias a Dios en el Domingo de Pascua Jesús se levanto de su tumba, triunfante sobre la muerte, dándole a todo el que lo acepte como su Salvador la misma seguridad que le dio a Job en el pasado cuando le dijo:
"Yo sé que mi redentor vive,
y que al final triunfará sobre la muerte.
Y cuando mi piel haya sido destruida,
todavía veré a Dios con mis propios ojos.
Yo mismo espero verlo;
espero ser yo quien lo vea, y no otro.
¡Este anhelo me consume las entrañas!"2
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, cómo podre agradecerte eternamente por haber muerto en la cruz por mí para que todos mis pecados fuesen perdonados y recibir así el don de la vida eterna. De hecho, tú eres el Cristo, hijo del Dios viviente, el gran creador de todo el universo, y proclamarte como mi Señor y mi Dios, mi Salvador. En agradecimiento por haber muerto por mí, ayúdame a vivir para ti. Siempre y para siempre. Con gratitud en el nombre de Jesús. Amén."
Nota: si nunca han recibido el perdón de Dios y su regalo de la vida eterna, por favor lean el articulo "Cómo saber que es un cristiano autentico" en: www.actsweb.org/sp/conocer_a_dios1.php
1. Isaiah 53:5-6 (NVI).
2. Job 19:25-27.
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