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Marzo 02, 2018

La Biblia dice: "Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los cristianos que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre."¹

Era sólo un niño en aquel momento—unos ocho o nueve—pero fue algo tan doloroso que jamás lo he podido olvidar. Era la época de Navidad y mis padres nos llevaron a mí y a mi hermana mayor a la Iglesia (a la cual asistíamos a veces) para su celebración anual del árbol de Navidad de la escuela dominical. Cada niño presente recibió un regalo del árbol; es decir, cada niño excepto yo. Me sentía totalmente aislado y muy triste. Sólo una persona notó lo que había pasado y no me dijo nada. Este hombre amable (aún recuerdo su nombre), el Sr. Norsworthy, quien se preocupo por mí y me dio una moneda de dos chelines lo cual en ese momento fue un regalo muy valioso para mí.

Muchos de nosotros recordamos también, lo mal que nos sentíamos cuando en nuestra niñez no éramos escogidos para estar en un equipo y cuando nuestros amigos eran invitados a una fiesta, y nosotros no. En nuestra juventud muchos de nosotros en algún momento nos sentimos rechazado por alguien del sexo opuesto por quien nosotros nos sentíamos flechados. En su momento fue muy doloroso. Y algo aun más doloroso es, cuando al estar casados sentir el rechazo por parte de la persona que prometió amarnos hasta que la muerte nos separe. El sentirse rechazado o ignorado puede ser devastador.

Se acerca el día cuando el tiempo, tal cual le conocemos, dejara de ser. Esto será cuando Jesucristo regrese a la tierra por sus verdaderos seguidores, como él lo prometió, para llevárselos con él al cielo para siempre. No sé cómo enfatizar lo suficiente la necesidad de estar listos para el regreso de Cristo. El quedarse atrás en este tiempo será una experiencia devastadora que nunca antes haya conocido el ser humano. Como nos lo recuerda Jesús, "Dos hombres estarán trabajando juntos en el campo; uno será llevado, el otro será dejado. Dos mujeres estarán moliendo harina en el molino; una será llevada, la otra será dejada."²

Un recordatorio final de la palabra de Dios: "Pues el Señor mismo descenderá del cielo con un grito de mando, con voz de arcángel y con el llamado de trompeta de Dios. Primero, los cristianos que hayan muerto se levantarán de sus tumbas. Luego, junto con ellos, nosotros los que aún sigamos vivos sobre la tierra, seremos arrebatados en las nubes para encontrarnos con el Señor en el aire. Entonces estaremos con el Señor para siempre."¹

Como lo escribió James Black en su famoso himno, "Cuando suene la trompeta del Señor, y el tiempo no exista más, cuando llegue la mañana, eterna, brillante y justa; Cuando los que han sido salvados se reúnan en la otra orilla y se escuche el llamado, yo estaré allí."

¿Estarán listos cuándo se escuche el último llamado de la trompeta de Dios? ¿Y qué si fuera hoy? Si no están absolutamente seguros de estar listos, les animo a que reciban a Jesucristo como su Salvador y reciban el regalo de Dios de la vida eterna hoy mismo. Por más ayuda asegúrense de leer "pasaporte al cielo" en: http://www.actsweb.org/sp/pasaporte.php. Hagan lo que hagan no dejen este mundo sin el.

Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, gracias por tu regalo gratis de la salvación , del perdón de los pecados y tu regalo de la vida eterna a todos los que acepten a Jesucristo como su Señor y Salvador personal. Por favor, ayúdame a saber sin lugar a dudas que he aceptado a Jesús como mi Salvador, por lo que estaré listo para el día cuando se escuchen los sonidos del último llamado de la trompeta y Jesús regrese por todos sus seguidores verdaderos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."

1. 1 Tesalonicenses 4:16-17.
2. Mateo 24:40-41.

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