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Encuentros Diarios
Junio 25, 2018
Artimañas embaucadoras
"Pues no ignoramos las artimañas de satanas."1
Satanás, nuestro gran enemigo, es el padre de las mentiras—un mentiroso desde el principio. Su artimaña más eficaz es mantenernos en negación—para evitar que veamos la verdad acerca de Dios, nosotros mismos, el plan de salvación y sobre todo, a sí mismo y la naturaleza y los efectos del pecado.
Para darnos una imagen clara y comprensión del pecado la Biblia usa tres diferentes palabras o atributos para describir las varias facetas del pecado.
Primero, transgresión, que significa el rebelarse contra o ignorar las leyes de Dios, el hacer nuestras propias reglas e ir por nuestro propio camino pecaminoso.
Segundo, iniquidad—la cual es la expresión de nuestra naturaleza pecaminosa. Por ejemplo, una persona no es un pecador porque peca, pero más bien, peca porque es un pecador.
Tercero, perdiendo la marca. Como lo enseña la Biblia, "pues todos han pecado y están privados de la gloria [estándar] de Dios."2 La marca de Dios es la perfección lo cual significa la integridad y la madurez. Por lo tanto, todo aquello que esté por debajo de esto en mi vida es pecado. Esto incluye el no enfrentar y resolver el dolor del pasado, mis pecados secretos, pecados de resentimiento, orgullo, ira, amargura, negación, el no resolver mis áreas de inmadurez y así sucesivamente. También incluye pecados de omisión; esto es el no hacer las cosas que sabemos que debemos y tenemos que hacer, como el ayudar a un semejante que necesite de mi ayuda.
Una vez que comprendemos la naturaleza del pecado y las artimañas de Satanás, con una profunda honestidad y con la ayuda de Dios estamos libres para trabajar en vencer los pecados y los problemas que nos aquejan tan fácilmente.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor, dame el valor para enfrentar mi "lado oscuro" en su totalidad así como cada pecado secreto y conocido para poder llevarte estas áreas de mi vida para que me ayudes a sanar y a recuperarme. Y por favor, ayúdame a vivir siempre en armonía con tu palabra y tu voluntad. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud, en el nombre de Jesús, amén."
1. 2 Corintios 2:11 (NVI).
2. Romanos 3:23.
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