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Encuentros Diarios
Septiembre 02, 2019
Amistad
"Hay amigos que llevan a la ruina, y hay amigos más fieles que un hermano."1
Se han dado muchas definiciones para describir la amistad. Hace algún tiempo una publicación inglesa ofreció un premio para la mejor, y "un amigo es aquel que comprende nuestro silencio" fue una de las miles de entradas. Pero la que se llevó el primer premio fue esta: "Un amigo—aquel que llega cuando todo el mundo se ha ido."
Para mí, un verdadero amigo es aquel que sabe todo de ti y aún te ama, quien te da su presencia, que escucha con su corazón y realmente escucha lo que dices—que te acepta por quien tú eres y no por lo que tienes o por lo que no has hecho. Un buen amigo es uno que no te juzga, no trata de cambiarte, o decirte lo que debe hacer. Él o ella apreciara tu amistad y te lo hará saber, se regocijara contigo por tus éxitos y llorará contigo en tus penas. Y, a veces, un buen amigo te confrontara y gentilmente te señalará un error, pero no importa lo que sea, él o ella se mantendrá junto a ti. Estos amigos son raros y preciosos.
Pero el mejor amigo de todos es el que bajó de los palacios de Marfil del cielo y llegó a tierra como un hombre—vestido con un vestido de carne humana—para identificarse con nosotros, y quien murió en la Cruz para salvarnos de nuestros pecados, para darnos un indulto libre y el don de la vida eterna. Él es "un amigo que está más cerca que un hermano" y "nunca, nunca, nunca nos dejará ni nos abandonará."2 Su amor es absolutamente total, incondicional y eterno. Su nombre es Jesús.
Oración sugerida: "Querido Dios, gracias por ser un amigo de los pecadores y, como tal, me has aceptado como un amigo tuyo. Ayúdame a mostrar mi agradecimiento por haber muerto en la Cruz en mi lugar al vivir mi vida para ti en todas las formas posibles. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, amén."
1. Proverbios 18:24 (NLT).
2. Vea Hebreos 13:5.
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