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Encuentros Diarios
Enero 26, 2018
Sobre huracanes y ciclones
"Pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada."1
Sucede que yo crecí en una parte de Australia que era azotada por ciclones (el equivalente del hemisferio sur de huracanes). Una vez vi el techo de una casa vecina ser arrancado por los vientos feroces y objetos lanzados alto en el aire. Pero nunca he experimentado la velocidad de los huracanes que han azotado la Florida y el Caribe.
King Duncan relató cómo siempre había pensado que los huracanes son algo de lo que la humanidad podría prescindir. "Pero", dijo Duncan, "recientemente aprendí que son necesarios para mantener un equilibrio en la naturaleza. Estas tormentas tropicales, con vientos hasta de 150 millas por hora y acompañadas de lluvias torrenciales, deslumbrantes rayos y truenos estridentes, pueden ser devastadoras. Sin embargo, los científicos nos dicen que son tremendamente valiosas. Disipan un gran porcentaje del agobiante calor que se acumula en el Ecuador, y son indirectamente responsables de gran parte de las precipitaciones en América del Norte y Sur América. Por tanto los meteorólogos ya no utilizan técnicas de siembra de nubes para impedir que se formen. Están convencidos de que los huracanes realmente hacen más bien que daño."2
Los incendios forestales también son necesarios para la salud de los bosques. Y a menudo necesitamos épocas difíciles en nuestras vidas, aunque traen un sufrimiento temporal, al cual Dios le permite que nos ayude a crecer y a convertirnos en cristianos más fuertes—"fuertes en carácter y listos para cualquier cosa."
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, cuando las pruebas y las tribulaciones parecen más de lo que puedo soportar, ayúdame por favor a aprender la lección que está buscando enseñarme y a través de estas circunstancias que me aquejan ayúdame a crecer y ser fuerte de carácter y listo para cualquier cosa. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén."
1. Santiago 1:3-4 (NLT)
2. King Duncan de http://www.sermons.com/.
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