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Agosto 27, 2021

"Nadie enciende una lámpara para esconderla, o para ponerla debajo de un cajón. Todo lo contrario: se pone en un lugar alto, para que alumbre a todos los que entran en la casa."¹

El Teniente John Eisenhower, hijo del General Dwight Eisenhower, fue miembro del personal de su padre durante la segunda guerra mundial. En una ocasión el General Eisenhower le dio a su hijo un mensaje para entregarlo a un coronel que se encontraba al frente.

El joven teniente, dijo el coronel, "mi papá dice que cuide su flanco derecho." ¿El oficial perplejo respondió, "Estas seguro? Y ¿qué dice tu mamá?"

Evidentemente, el Coronel no sabía quién era el joven Eisenhower. Eisenhower no se dio a conocer. Él trató de pasar desapercibido.

Aunque no queremos usar nombres o aprovecharnos de los logros de otra persona, ni hacer ningún tipo de impacto en nuestro círculo de influencia, es importante que nos conozcan por quiénes somos, no por un rango o título, sino por lo que hemos cosechado.

Esto es, ¿saben los demás que soy cristiano—pueden ver a Jesús dentro de mi—o solo me uno al grupo alrededor en el cual me encuentro, y por lo tanto oculto mi luz bajo las sombras?

No importa que tan pequeña sea nuestra luz, "Toda la oscuridad en el mundo no puede apagar la luz de una pequeña vela."

Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a ser como Jesús con alguien hoy. Permite que vean tu luz brillar a través de mí. Y en las palabras del escritor de himnos, 'que tu belleza repose en mí, mientras busco ganar a los perdidos, y puedan ellos olvidar el camino, viéndote sólo a ti. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, amén."

1. Lucas 11:33.