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Encuentros Diarios
Febrero 19, 2018
Juzgar o no juzgar
"No juzguen, y no se les juzgará. No condenen, y no se les condenará. Perdonen, y se les perdonará."1
Como podrán imaginar recibimos un flujo constante de mensajes de correo electrónico en respuesta a Encuentros Diarios. La mayoría de las respuestas son muy alentadoras y apreciadas. Sin embargo, recibimos nuestra cuota de críticas negativas especialmente cuando escribo sobre temas controversiales. Lo que es un tanto divertido es que cuando critico algo que creo que está mal, soy criticado por aquellos que me dicen que no debería criticar o juzgar a los demás.
Fred (no es su nombre real) me escribió recientemente diciendo, "Nosotros los cristianos no estamos para juzgar sino para enseñar amor, honor, respeto y perdón. Creemos en Dios y ellos creen en su religión. Cualquiera que sean nuestras creencias o las de ellos, todos somos hijos de Dios. La pregunta es, ¿qué haría Jesús?"
Agradezco especialmente la última pregunta de Fred sobre "¿qué haría Jesús?" En la época de Jesús cuando los prestamistas estaban abusando del templo, Jesús llevó un látigo con él al templo y echó fuera a los prestamistas. Y cuando se trató de la hipocresía de los fariseos religiosos, Jesús les condenó severamente diciendo,
"¡Ay de ustedes, maestros de la ley y fariseos, hipócritas!, que son como sepulcros blanqueados. Por fuera lucen hermosos pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de podredumbre. Así también ustedes, por fuera dan la impresión de ser justos pero por dentro están llenos de hipocresía y de maldad. ¡Serpientes! ¡Camada de víboras! ¿Cómo escaparán ustedes de la condenación del infierno?"2
Jesús no era suave con los que hacían el mal. El no suavizaba sus palabras y sabía exactamente donde y cuando tener mano dura. Nosotros, también, necesitamos tomar una postura contra todo el mal.
Sí, es cierto que la palabra de Dios dice que no estamos para juzgar a los demás, pero también dice que debemos juzgar las cosas.3 Esto significa que no debemos de ser crítico como personas; es decir, no ser una persona negativa y crítica que busca los defectos en otros. Cuando hacemos esto, normalmente es porque estamos proyectando nuestros propios problemas sin resolver en los demás. Pero también nos dice en la Biblia que mientras estamos para amarnos los unos a los otros, vamos a juzgar las acciones equivocadas y pecaminosas — y adoptar una postura firme contra estas cosas.4
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor dame el conocimiento para saber—y el valor para tomar una postura—lo que tú apoyas y lo que no apruebas, y para hacer esto en un espíritu de amor y no con una actitud negativa para juzgar. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén."
1. Lucas 6:37 (NVI).
2. Mateo 23:27-28,33 (NVI).
3. 1 Corintios 2:15 (NKJV).
4. 2 Timoteo 4:2 (NKJV).
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