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Encuentros Diarios
Febrero 28, 2018
Miren hacia donde van
"Por tanto nosotros también, teniendo en derredor nuestro una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe…."1
Estaba entretenido escuchando la historia que nuestro pastor, quien ya no es un jovencito, contó recientemente acerca de sí mismo cuando trataba de aprender a surfear hace unos años. Le fue difícil "lograrlo" y, de acuerdo a su propia confesión, aún no ha dominado el arte de surfear con éxito.
Me pude identificar con él ya que yo estoy tratando de aprender a esquiar a mi edad. Yo tampoco he dominado el arte del todo… mi mayor problema estaba al tratar de girar. En una ocasión termine chocando contra la espalda de uno de mis amigos esquiadores porque no me pude mover lo suficientemente rápido para esquivarlo. En otra ocasión de alguna manera tuve una colisión con una esquiadora y nos quedamos enlazados con ella mirando hacia el frente y yo hacia atrás mientras nos deslizábamos cuesta abajo totalmente fuera de control hasta que nos estrellamos. Tendidos en la nieve no pude resistir el hacer el siguiente comentario, "¡tenemos que dejar de encontrarnos de esta manera!" Afortunadamente ninguno de los dos resulto herido.
La gran lección que necesitaba aprender, al igual que la lección que dio mi pastor, "uno siempre va por dónde va mirando, así que continúen mirando hacia dónde desean ir y—no hacia dónde no desea ir."
Esta también es una gran lección con respecto a la mayoría de los aspectos de la vida. Si fijamos nuestros ojos sólo en los placeres y beneficios que este mundo tiene para ofrecer, esa es la dirección que nuestras vidas tomarán y, mientras que podríamos obtener gran riqueza material, acabaríamos en la bancarrota espiritualmente—también moralmente en bancarrota si todo lo que buscamos son los placeres pecaminosos que esta vida tiene para ofrecer en abundancia.
Por otra parte, si comprometemos nuestra vida y fijamos nuestra vista en los valores espirituales y los valores eternos, esa es la dirección que nuestra vida tomará—y las recompensas serán eternas, porque siempre cosechamos lo que sembramos, aun si esto toma tiempo.
Como nos lo enseña la escritura del día de hoy: "dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos con paciencia la carrera que nos es propuesta, puestos los ojos en Jesús el autor y consumador de la fe."
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a vivir con valores eternos a plena vista, buscando siempre a Jesús por ayuda y dirección en todos los aspectos de mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén."
1. Hebreos 12:1-2.
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