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Encuentros Diarios
Abril 05, 2018
Comunicacion: La clave para relaciones efectivas - 2da parte
"Sobre todo, hermanos míos, no juren ni por el cielo ni por la tierra ni por ninguna otra cosa. Que su 'sí' sea 'sí', y su 'no', 'no', para que no sean condenados."1
Si son padres, estoy seguro que han notado la gran diferencia en la respuesta cuando llaman a sus hijos en un día caluroso para hacer sus quehaceres o cuando les llaman para que disfruten de una bebida refrescante y un helado de chocolate.
Nosotros como adultos no somos muy diferentes… tal vez un poco más sutiles, pero como nos lo recuerda el comunicador todos escuchamos sólo lo que queremos escuchar y ver sólo lo que queremos ver. Para complicar aún más las cosas, debido a la distorsión selectiva, vemos las cosas de la manera que queremos verlas. Es decir, vemos las cosas no como son sino como somos.
Distorsión selectiva significa que nosotros distorsionamos los mensajes para hacerlos coincidir con nuestros valores y nuestra percepción de la realidad. Por ejemplo, entre más deshonesto soy con mi ser interior (mi verdaderas emociones y motivos), más distorsionaré todos los mensajes para que coincidan con mis valores y mi percepción de la realidad. Incluso distorsionaré la palabra de Dios para hacerla decir lo que quiero decir.
En otras palabras vemos lo que queremos ver, escuchar lo que queremos escuchar, vemos las cosas de la manera que queremos verlas, las distorsionamos para que coincidan con nuestra percepción de la realidad, y por último, debido a la retención selectiva, recordamos sólo aquellas cosas que queremos recordar—todo lo demás se olvida convenientemente.
Estas dinámicas ocurren no solo en las carreras políticas, sino también en todos los niveles de la sociedad y afecta todas nuestras relaciones. Aunque afortunadamente las campañas políticas pasan, las relaciones están con nosotros para siempre.
La comunicación eficaz es fundamental para las relaciones efectivas. Esto incluye evitar la distorsión de la realidad y hablar sinceramente con la verdad, así como escuchar sin distorsionar lo que estamos escuchando.
Hay muchas palabras/consejos que uno puede dar sobre cómo comunicarse eficazmente, pero el resultado final es este: ¡seamos sinceros! Por ejemplo, entre más irreal sea mi estado de negación (entre más reprima y sea deshonesto con mi verdaderas emociones y motivos), más distorsionaré los hechos, mensajes y comunicaciones para hacerlos coincidir con mi percepción de la realidad. Por otra parte, entre más real, honesto y digno sea, más claro veré toda la verdad, incluyendo la verdad de Dios, y menos la distorsionaré.
El hecho sigue siendo, sin acceso a la verdad—incluyendo nuestra verdad interior—no hay una relación auténtica y no hay una comunicación eficaz.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, por favor ayúdame a ser genuino y a siempre ser sincero con mis verdaderas emociones y motivos. Y por favor libérame de toda forma de distorsión cuando escucho a los demás y en todo lo que digo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con agradecimiento, en el nombre de Jesús, amén."
1. Santiago 5:12 (NVI).
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