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Encuentros Diarios
Septiembre 10, 2019
La gente buena se va al cielo? Segunda parte
"Jesús respondió y le dijo a Nicodemo, 'De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios.'"1
La gente buena se va al cielo y si es así, porque, y si no es así, ¿por que no?
Continuando con nuestra serie en "¿La gente buena se va al cielo?" Si alguna vez hubo un individuo que pudiese haber calificado para entrar al cielo a través de su bondad, ese hubiese sido Nicodemo, un líder religioso en los días de Cristo.
Bajo todos los estándares humanos Nicodemo hubiese sido un ciudadano modelo—fuerte de carácter, un hombre integro y un líder religioso sincero. Fue a este buen hombre que Jesús dijo, "Deberás nacer de nuevo." En otras palabras, a menos que el hombre/mujer nazca de nuevo no podrá ver el reino de Dios/el cielo, y mucho menos entrar en el.
"Deberás nacer de nuevo," significó que Nicodemo, como todos los demás, necesitaba nacer espiritualmente (así como físicamente) si deseaba entrar en la gloria de Dios.
En una ocasión después de hablar con un grupo de trabajadores de una iglesia, el famoso evangelista Dwight Moody fue confrontado por una persona iracunda. "Sr. Moody" le dijo ella, ¿está usted tratando de decirme que yo, una mujer con educación, a quien se le enseñó lo correcto desde temprana edad, y toda mi vida he estado interesada en la iglesia y he hecho el bien, tendré que entrar al cielo de la misma manera que el peor de los criminales?
"No, señora," dijo el Sr. Moody, "no lo digo yo. Lo dice Dios. El dice que todo aquel que entrará al cielo, sin importar que tan buenos piensen que son, o que tan educados son, o celosos del buen trabajo, deberán nacer de nuevo [esto es, nacer espiritualmente]."
Lo que es difícil de comprender es que nuestros pecados nos han hecho morir espiritualmente para Dios. Es por esto que todos necesitamos renacer espiritualmente. Para ser un miembro de la familia humana, nacimos físicamente. Para ser miembros de la familia de Dios, necesitamos nacer espiritualmente. ¿Pero cómo podemos hacer esto?
Contrario a lo que muchas personas podrían pensar, no es por ser bueno o por nuestras buenas acciones… o religión. Es simplemente al confesar nuestros pecados a Dios y por creer que su Hijo, Jesucristo murió en la cruz para pagar la pena por nuestros pecados, y al responder a su llamado para recibirle en nuestros corazones y nuestras vidas como a nuestro Señor y salvador personal.
Si no están seguros que han renacido espiritualmente, asegúrense—en este momento – al orar sinceramente una oración como la siguiente:
"Querido Dios, te confieso que soy un pecador y te pido perdón. Yo creo que Jesús tu Hijo, murió en la cruz para pagar las consecuencias y la pena por todos mis pecados. Y adorado Jesús, te doy las gracias por haber hecho esto por mí. Por favor entra en mi vida como mi Salvador y Señor y ayúdame a convertirme en la persona que deseas que sea y a vivir para ti siempre. Gracias por tu perdón y por la seguridad de que pasare la eternidad contigo en el Cielo."
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1. Juan 3:3, (NVI).
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