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Encuentros Diarios
Julio 09, 2018
La luz del mundo
Jesús dijo, "Ni se enciende una lámpara para cubrirla con un cajón. Por el contrario, se pone en la repisa para que alumbre a todos los que están en la casa. Hagan brillar su luz delante de todos, para que ellos puedan ver las buenas obras de ustedes y alaben al Padre que está en el cielo."1
Michael Josephson, fundador de El Carácter Cuenta, comparte cómo, "durante mi juventud idealista asistí a un evento en un gran estadio. Todos recibimos una vela sin encender. Mas tarde un presentador habló acerca del poder de una persona con un mensaje iluminador. Él también tenía una vela y un cerillo. Él prendió su vela y se acerco a dos personas en el estrado y con su vela prendió las de ellos y le pidió a cada uno de ellos que sólo prendieran las velas de otras dos personas. En unos cuantos minutos, las velas de todos los asistentes estaban prendidas y el estadio resplandecía en su totalidad.
"Fue la metáfora visual mas poderosa que jamás haya experimentado. Antes que nada, miles de velas se prendieron con solo una pequeña flama. Lo que es mas, mientras que se pasaba la flama una y otra vez, cada flama continúo encendida con una luz que no se extinguía. La velocidad con la que la luz y el calor de esa flama llego a cada uno de los presentes en el estadio fue literalmente inspirador."2
En este día de creciente oscuridad causada por tanta maldad, terrorismo, y el alejarse de Dios existe una urgente necesidad de que cada Cristiano deje que su luz brille. Cuando niños solíamos cantar en la clase dominical: "Hay una lucecita en mi, la dejare brillar… No esconderé su brillo, ¡NO! La dejare brillar… el diablo no la robara…la dejare brillar, brillara, brillara, brillara."
La única forma en la que vamos a hacer un impacto en el mundo en el que vivimos es dejando que nuestra luz brille. Nuestras palabras tal vez sean elocuentes, nuestros discursos inspiradores, nuestra escritura es poderosa, pero al menos que las personas veamos y/o sintamos el amor de Jesús y Dios dentro de nosotros, no podremos tener un impacto en los demás.
Recuerden, también, que toda la oscuridad en el mundo no puede apagar o reducir la luz de una pequeña vela. Y mientras que Jesús es la Luz del Mundo,3 nosotros somos sus pequeñas luces y necesitamos ser reflectores de su luz.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, estoy disponible, por favor ayúdame a reflejar tu luz—la Luz del Mundo—y a ser como Jesús en cada vida que toque y concédeme que al ver a Jesús en mi ellos también lo deseen tener para si mismos. Gracias por escuchar y responder a mi oración. De todo corazon en el nombre de Jesús, amen."
1. Mateo 5:15-16 (NVI).
2. Michael Josephson, "El poder de una pequeña flama" El carácter cuenta 387.5 http://www.charactercounts.org/.
3. Juan 8:12.
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