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Encuentros Diarios
Julio 27, 2018
Encarcelado por los "deberias"
"Si se enojan no pequen; en la quietud del descanso nocturno examine su corazón. Selah."1
¿Siempre hace lo que realmente quiere hacer, o cede a lo que otros desean o quieren porque teme decir que no? ¿Está influido por lo que otros piensan por miedo a no agradarles, si no hace lo que quieren o creen que usted debe de hacer?
Una parte del crecimiento y la madurez es el reconocimiento de las necesidades legítimas, tomando la responsabilidad de cumplirlas de una manera sana, y de ser nosotros mismos, al permanecer fieles a nosotros mismos y no dejarnos controlar por lo que otros quieren, piensan, o esperan. La persona sana, madura toma las decisiones sobre la base de lo que él/ella sabe que es correcto para él/ella. Si bien no cedemos a las exigencias de los demás, eso no quiere decir que nunca nos rendimos a sus deseos. Esto quiere decir que hacemos lo que decidimos hacer, no porque alguien dice que debemos, sino porque queremos y elegimos hacerlo libremente. ¡El vivir bajo los "deberías" de los demás seria como estar en una prisión!
Al igual que David, aprendan a escuchar su corazón. Su corazón sabe lo que quiere y necesita. Aprendan a decir no a las demandas de los demás cuando saben que al decir que no están haciendo lo correcto para ustedes. Dejándonos ser controlados por exigencias de los demás y los "deberias" también nos traera enojo en nuestro interior.
Recuerden, sin la libertad de decir "no" nuestros "sí" no tienen sentido.
Podemos aprender a escuchar a nuestro corazón "muy dentro de nosotros" y confiar en el. A mí me enseñaron que nunca podía confiar en mis sentimientos (el corazón). Mal. Desde entonces he aprendido que siempre puedo confiar en mis sentimientos. En lo que no siempre se puede confiar es en mi interpretación de ellos. Sin embargo, con la práctica estoy mejorando mucho en ello, y como resultado creo que soy una persona mucho más sabia, más sana y más madura.
Se sugiere la siguiente oración: "Querido Dios, ayúdame a escuchar mi corazón y ser una persona que sepa y pueda decir no, especialmente cuando algo vaya en contra de tu voluntad. Ayúdame a escuchar lo que mi interior me está diciendo y, sobre todo, ayúdame a escuchar lo que tú estás diciendo. Gracias por escuchar y responder a mi oración. Con gratitud en el nombre de Jesús, Amén."
1. Salmos 4:4 (NVI).
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