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Encuentros Diarios
Agosto 05, 2022
Piensa y crece pacíficamente
"Por último, hermanos, consideren bien todo lo verdadero, todo lo respetable, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo digno de admiración, en fin, todo lo que sea excelente o merezca elogio."1
En su artículo, “Hoy voy a hacer la diferencia,” Max Lucado escribió, "Hoy voy a hacer la diferencia. Voy a empezar por controlar mis pensamientos. Una persona es el producto de sus pensamientos. Yo quiero ser feliz y tener esperanza. Por lo tanto, voy a tener pensamientos felices y con esperanza. Me niego a ser víctima de mis circunstancias. No voy a dejar que inconvenientes menores, como semáforos, largas colas y los congestionamientos de tráfico me afecten. Voy a evitar el negativismo y el chisme. El optimismo será mi compañero, y la victoria será mi sello. Hoy voy a hacer la diferencia."2
Es cierto, el tratar de controlar nuestros pensamientos puede ser mucho más fácil decirlo que hacerlo. Para tener éxito, no sólo se necesita la práctica constante y la disciplina mental, sino también la resolución de las cosas que “nos molestan.” Por ejemplo, si tenemos problemas personales sin resolver acompañados de emociones negativas súper-cargadas, éstos pueden tener un efecto importante en nuestro pensamiento. Se puede comparar con un pulsante dolor de muelas que, literalmente, controlan nuestro pensamiento. Debido al dolor, es casi imposible pensar en otra cosa hasta llegar al dentista y este se encargue de la muela.
Para vivir una vida pacífica, es imperativo que aprendamos a controlar y tener pensamientos positivos constantemente. Y para controlar nuestros pensamientos, es imperativo resolver todos los conflictos personales. En otras palabras, si queremos vivir en paz necesitamos resolver todos nuestros "dolores de muelas emocionales.”
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, gracias porque tu Palabra nos enseña la importancia del pensamiento positivo ‘acerca de las cosas que son excelentes y dignas de alabanza.’ Por favor ayúdame a vivir en armonía con tu voluntad, a liberarme de toda culpa al confesar mis pecados y resolver todos mis conflictos personales de modo que pueda ser capaz de poner mis ‘pensamientos en lo que es verdadero y honorable, correcto, puro, hermoso y admirable.’ Gracias por escuchar y responder a mi oración, con gratitud en el nombre de Jesús, amen.”
1. Filipenses 4:8 (NVI).
2. Max Lucado, http://www.maxlucado.com/.
El Encuentro de hoy fue escrito por: Dick Innes.
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