|
Encuentros Diarios
Noviembre 13, 2020
Nada cambia si no hay cambios
“Él [Jesús] vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron.”1
Hace mucho tiempo, en el año 10 D.C., Julio Frontino, dijo, Las invenciones han llegado a su límite, y no veo ninguna esperanza para desarrollos a futuro.” Incluso Thomas Edison, el gran inventor, a veces él mismo era un incrédulo. Él dijo, “el jugar con la corriente alterna es una pérdida de tiempo.” En 1934, Albert Einstein, de todas las personas, declaró: “No hay el menor indicio de que la energía nuclear se pueda obtener.”
Para muchos de nosotros, si el cambio no va con lo que hemos visto o experimentado, puede haber una tendencia en nosotros a rechazarlo.
La mayoría de los religiosos de la época de Cristo, murieron sin haber encontrado a su Mesías a pesar de que lo estaban buscando—y lo vieron en persona. Ellos lo rechazaron porque no llegó en la forma en que ellos lo esperaban, ni hizo lo que esperaban que hiciera un Mesías; es decir, que llegara con gran poder y derrocara la dominación romana.
Cuando Dios quiere hacer una nueva obra, o por lo menos renovarla, muchas de nuestras iglesias, organizaciones y / o vida individuales, a veces no quieren verlo, por resistirse al cambio.
Es cierto que hay algunas cosas que no cambian, como los principios morales, como se enseña en la Palabra de Dios, y tenemos que mantenernos firmes en estos temas. Y aunque el mensaje del evangelio nunca cambia, tenemos que cambiar algunos de nuestros métodos para comunicarlo. El Internet y el correo electrónico han revolucionado las comunicaciones, pero echen un vistazo a la página web de alguna Iglesia y les será muy difícil encontrar un mensaje relevante del evangelio. Lo que es seguro encontrar será un boletín electrónico para los miembros de la iglesia. Una vez más, estamos utilizando este increíble método de comunicación y divulgación que Dios nos ha dado para “predicar al coro.”
No es en la bañera donde se atrapan los peces—se va a donde están los peces. Es lo mismo con la divulgación a la comunidad que no asiste a la iglesia. Tenemos que ir a donde están estas personas, y ese lugar está fuera de las cuatro paredes de la iglesia. Para hacerlo con eficacia es necesario tener un mensaje que sea relevante a las necesidades de las personas que no asisten a la iglesia... hablar en el lenguaje de estas personas y hablar acerca de las necesidades claras de estas personas.
Se sugiere la siguiente oración: “Querido Dios, por favor, dame la visión para ver qué cambios tengo que hacer en mi vida, y dame el valor para hacer lo que tengo que hacer para implementar estos cambios, para ser un cristiano más eficaz así como un testimonio más eficaz de tu poder de salvación en mi vida. Gracias por escuchar y responder a mi oración. En el nombre de Jesús, amén.”
NOTA: Una forma simple y eficaz en la que usted puede compartir su fe es la de enviar copias de Encuentro Diarios a la familia, los amigos y sus contactos.
1. Juan 1:11 (NVI).
<:))))><
|
|