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Encuentros Diarios
Julio 29, 2020
Llevando las Cargas los Unos de los Otros
"Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado. Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo."1
Era un día muy caluroso cuando Herman Trueblood caminaba rumbo a casa después de nadar en el mar. Entonces noto que un hombre todo sudoroso, junto con sus dos hijos, empujaba su carro que se había descompuesto en una inclinada subida.
El Señor Trueblood miro a los tres que batallaban y se dijo a sí mismo, "He aquí una oportunidad para servir. Deberías ayudarles." Pero otra voz le decía, "No, no son tus negocios. Te vas a ensuciar y además hace mucho calor. Déjalos que se hagan cargo de su propia responsabilidad."
Eventualmente se rindió a hacer lo correcto, puso su hombro a la tarea y juntos llevaron el carro sobre lo más pesado y hasta que pudo seguir adelante.
Antes de despedirse el padre extendiendo su mano al Señor Trueblood y dijo "Estoy tan contento de que usted llegara. Usted traía exactamente la fuerza, añadida a la nuestra, para lograr lo que se necesitaba."
El Señor Trueblood añadió, "Años han pasado desde ese caluroso día. Pero aun puedo escuchar al hombre decir, 'Usted traía exactamente la fuerza, añadida a la nuestra, para lograr lo que se necesitaba."
Hay muchas personas a nuestro alrededor que apenas la están haciendo en sus subidas privadas de desesperación que, con un poco de ayuda, lograrían subir.
Oración sugerida: "Querido Dios, por favor úsame para ser esa mano de ayuda a una persona en necesidad quien simplemente no puede solo. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. Gálatas 6: 1-2 (NVI).
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