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Encuentros Diarios
Agosto 11, 2021
Tomando Riesgos
"El que los llama es fiel, y así lo hará."1
El tener metas significantes en la vida es arriesgar el fracaso. El no tener ninguna meta tal vez nos mantenga seguros y confortables, pero garantiza el fracaso. "Igualmente confortable," dice Peter Wagner, "es definir tus metas basadas en lo que estés haciendo en el momento. Si disparas primero, entonces dibuja el blanco alrededor del hoyo de la bala, nunca le fallaras al blanco. Si alguien mira después, quizás diga que eres un buen tirador." ¡Luego puedes jactarte de tus logros!
Pero esto no es el éxito. Es permitirle a la vida que te moldee en vez de que tú moldees tu vida y decidas como quieres invertirla.
El verdadero éxito es descubrir el propósito de Dios para tu vida y luego darle a la vida todo lo que tienes para poder alcanzar ese propósito.
Sea lo que sea, el fracaso no es el crimen, al contrario es tener una puntería tan baja que no hay posibilidad de fracaso. O como alguien mas dijo, "El no tener una meta es más temido de que no la alcances." Si lo intentaste y hiciste lo mejor que pudiste, aunque falles en alcanzar toda tu meta, ya eres un éxito. Todo lo que requiere Dios es que hagamos lo mejor que podamos.
Recuerda, sin embargo, si tus metas están en armonía con el propósito de Dios para ti, el ya te ha equipado con los medios para alcanzarlos. Depende de nosotros recibir el entrenamiento y aprender cómo usar efectivamente estas habilidades. Así que, no desperdicies tu vida. Inviértela en un propósito que valga la pena que venga de Dios – una causa noble al cual le puedas poner tus mejores esfuerzos y estar emocionado de ello.
Oración sugerida: "Querido Dios, por favor dame el deseo de encontrar y la percepción para descubrir mi propósito y metas en la vida que tú me has dado y, con tu ayuda, el valor y determinación para perseguir y alcanzarlos, y hacer esto para tu gloria. Permite que siempre estén en armonía con tu voluntad y que sean parte de lo que tú estás haciendo en el mundo hoy. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. 1 Tesalonicenses 5:24 (NVI).
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