|
Encuentros Diarios
Julio 23, 2018
Superando el Temor
“Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza. Alabo a Dios por lo que ha prometido. En Dios confío, ¿por qué habría de tener miedo? ¿Qué pueden hacerme unos simples mortales?”1
El temor es sin cuestión un problema común a todos. Alguien ha dicho que hay 365 veces en la Biblia que se dice “no temas” [o lo equivalente]—¡uno para cada día del año!
El temor saludable es una emoción dada por Dios. Sin ello nos meteríamos en toda clase de situaciones peligrosas. Tememos con mucha razón, o deberíamos temer, manejar a través de una luz roja o caminar solo en la noche (o a veces en plena luz del día) en áreas peligrosas. Si no lo sentimos, estamos fuera de contacto con la realidad.
Los temores que nos dan problemas son aquellos que causan ansiedad, noches sin dormir, nos dan ulceras, causan que fallemos en nuestras relaciones y en nuestro trabajo, etc., etc.
En la superficie estos temores pueden parecer irracionales. Usualmente no lo son porque tienen sus raíces en experiencias aterradoras o traumáticas. Hasta un perro, si ha sido abusado por un humano en el pasado, tendrá temor de humanos—así también las personas.
¿Entonces como superamos nuestros temores?
Primero, como David, necesitamos confiar en el Señor y buscar su guía para encontrar la ayuda que necesitamos para resolver nuestros temores.
Segundo, si nuestro temor es causado por una experiencia traumática en nuestra niñez o en el pasado, seguido se necesitara terapia especializada para resolver la raíz del problema y restaurar la confianza.
Ya sea que Dios nos sane directamente o por medio de un consejero no importa. Lo importante es que escojamos confiar en Dios y pedirle que nos de el valor para enfrentar nuestros temores—y guiarnos a la ayuda que necesitamos para superarlos. Como dijo el Rey David, “Pero cuando tenga miedo, en ti pondré mi confianza.”
Cuando yo tengo miedo, sigo repitiendo lo que también dijo David, “El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?”2
Que nuestra confianza sea más fuerte que nuestras dudas y nuestro amor más grande que nuestros temores—porque el Dios que nos ha traído hasta aquí no nos abandonara ahora.
Oración sugerida: “Querido Dios, por favor dame el valor para conectarme con y enfrentar todos mis temores. Y por favor guíame a la ayuda que necesito para superarlos para que pueda decir honestamente con David, ‘Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.’3 Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
- Salmos 56:3-4 (NTV).
- Salmos 118:6 (NVI).
- Salmos 34:4.
<:))))><
|
|