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Encuentros Diarios
Abril 13, 2020
La Historia Mas Maravillosa de Amor - Parte l
"Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos."1
Karl Barth, famoso aunque controversial, teólogo Suizo contemporáneo, era un gran pensador, un escritor prolífico, y un profesor en varias universidades Europeas. En una ocasión fue confrontado por un reportero quien quería un breve resumen de sus doce volúmenes gruesos sobre la dogmatica en la iglesia. Barth pudiera haber dado una respuesta intelectual impresionante, pero no lo hizo. Citando de un himno de niños popular, simplemente dijo, "Cristo me ama, bien lo sé. Su palabra me hace ver."
Y no hay prueba más grande de este amor que cuando Jesucristo, el Hijo de Dios, dio su vida por nosotros.
Como dijo Jesús, "Nadie tiene amor más grande que el dar la vida por sus amigos." Su propio amor, sin embargo, fue más allá de esto. El dio su vida por sus enemigos al igual que sus amigos.
Imagine la agonía y tortura que Cristo tuvo que soportar cuando fue clavado a la cruz. Este fue el precio que el pago para morir por nuestros pecados. Además de su sufrimiento físico también sintió el rechazo siendo abandonado, no solo por los pocos amigos que quedaban, pero también de Dios. "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?" Jesús lloro en desesperación de la cruz.2
Pero tan grande fue su amor aun para aquellos que causaron su dolor insoportable — aquellos que lo clavaron a la cruz, empujaron una lanza en su costado, se burlaron de él, le escupieron en su cara — que en medio de esta tortura inhumana el oro, "Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen."3
Refiriéndose a esta oración, Thomas Carlyle dijo, "Las palabras más sublimes que han salido de labios humanos."
El amor humano muchas veces es condicional. Si somos lo que otros quieren que seamos, y hacemos lo que quieren que hagamos, somos amados. Si no, muchas veces somos rechazados. Afortunadamente, El amor de Dios nunca es condicional. Nunca está basado en quienes somos o lo que hacemos o hemos hecho — bueno o malo. Dios nos ama simplemente porque somos su creación.
Se continuara…
Oración sugerida: "Querido Dios, ¿cómo te pudiera agradecer lo suficiente por amarme aun cuando era pecador? Ayúdame a entender la profundidad de tu amor por mí y, como resultado, entregar y dedicar mi vida para vivir para ti. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. Juan 15:30 (NVI).
2. Marcos 15:34.
3. Lucas 23:34.
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