|
Encuentros Diarios
Agosto 23, 2021
Un Sermon Andando
"No se contenten solo con escuchar la palabra, pues así se engañan ustedes mismos. Llévenla a la practica."1
En 1953 reporteros se reunieron en una estación de ferrocarril en Chicago esperando conocer al ganador del Premio de Paz Nobel en 1952.
El era un hombre grande, seis pies de altura, con cabello esponjado y un bigote grande.
Reporteros estaban emocionados en verlo y expresaron que honor era conocerle. Estaban tomando fotos, y estaban expresando sus complementos — pero viendo más allá de la adulación, el visitante noto a una mujer Afro-Americana anciana batallando en cargar sus dos maletas grandes.
"Disculpen," el dijo mientras fue a ayudarle a esta mujer. Recogiendo sus maletas, el la acompaño a un autobús y entonces les pidió disculpas a los reporteros por haberles hecho esperar.
El hombre era Dr. Albert Schweitzer, el doctor-misionero famoso quien había invertido su vida en ayudar a las personas pobres y enfermas en África.
Un miembro del comité de recepción comento a uno de los reporteros, "Esa es la primera vez que he visto un sermón andando."
Quiza haya escuchado la historia anterior antes, pero cada vez que la oigo es un gran recordatorio de la importancia de nuestro testimonio a diario. Las personas vendran a conocer a Jesus, no por que tan bonito hablemos de El, sino por que tan bien imitamos Su ejemplo. La medida de cualquier hombre o mujer no es su nombre, su fama, ni lo que dicen — pero lo que hacen.
Oración sugerida: "Querido Dios, por favor ayúdame a ser un hacedor de tu Palabra y no tan solo un oidor. Permite que mi vida también sea un sermón andando. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen."
1. Santiago 1:22.
|
|