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Encuentros Diarios
Diciembre 30, 2021
Manos de Cristo
“Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor.”1
Siguiendo la Segunda Guerra Mundial, algunos estudiantes Alemanes se hicieron voluntarios para ayudar a reconstruir una catedral en Inglaterra, una que había sida dañada gravemente por los bombardeos Luftwaffe. Conforme el trabajo progresaba, ellos no estaban seguros cual era la mejor forma de restaurar una estatua grande de Jesús con brazos extendidos con la inscripción conocida, “Vengan a me.”
Ellos pudieron reparar todo el daño hecho a la estatua excepto por las manos de Cristo las cuales habían sido totalmente destruidas. ¿Deberían intentar reconstruir estas?
Finalmente, los trabajadores vinieron a la decisión que aún permanece hoy. Ellos decidieron dejarlo sin manos y cambiaron la inscripción para que dijera: “Cristo no tiene manos más que las nuestras.”
Aunque Cristo pagó el precio de nuestra salvación y la compro en la cruz con su vida, el dejo la “obra de mano” de construir su reino en nuestras manos. Nosotros somos sus representantes y, para muchos, el único Cristo que verán es “el Cristo” en usted y en mí. Un rotulo en la pared de la oficina en el colegio Wheaton lo dice todo:
“La verdad viviente es lo que anhelo ver,
No puedo vivir en lo que antes era,
Así que cierre su Biblia y muéstrame como
El Cristo de quien habla está viviendo hoy.”
Oración sugerida: “Querido Dios, por favor usa ‘mis manos’ y ayúdame a ser como Cristo, primero a mis seres queridos, y luego a quien sea que traigas a mi vida hoy. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
1. 2 Corintios 3:18 (RVR 1960).
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