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Encuentros Diarios
Agosto 22, 2019
Provisiones Olvidadas
"Y mi Dios proveerá a todas sus necesidades conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús."1
"Se cuenta la historia acerca del fallecido periodista William Randolph Hearst. Hearst invirtió una fortuna en coleccionar grandes piezas de arte. Un día leyó sobre unas piezas de arte muy valiosas y decidió que debería de agregarlas a su colección. El envió a su agente a localizar las piezas para su compra. Pasaron varios meses antes de que el agente regresara y le reportará con Hearst que los artículos habían sido finalmente localizados—se encontraban guardados en una de sus bodegas. Hearst los había comprado dos años antes."2
Algunas veces estamos tan abrumados con las presiones de la vida y las prisas, con la abundancia de las cosas que poseemos, y/o con los problemas sin resolver del pasado que no estamos dispuestos a reconciliar, no somos capaces de apropiarnos, o simplemente no estamos consientes de las riquezas que Dios ha puesto para nosotros a través de Jesucristo.
No estamos hablando de bienes materiales que llenan las vidas de aquellos quienes vivimos en el occidente, pero de las riquezas de una clase muy diferente, tal como la paz con Dios, el perdón de nuestros pecados y nuestros errores, el liberarnos de las culpas, la seguridad de tener vida eterna y un hogar en el cielo, y el tomar el paso ahora mismo y así crecer y sanar por dentro para ser completos.
Dios tiene todas estas riquezas (bendiciones) y muchas más para todos nosotros. Pero el reclamarlas depende de cada uno de nosotros. Para descubrir lo que son, necesitamos leer y estudiar la Palabra de Dios, la Biblia.
Oración sugerida: "Querido Dios, libérame del yermo de una vida tan ocupada, una vida con una gran carga del pasado y de la maldición de ser controlado por el materialismo. Ayúdame a hacer las paces contigo a través de Jesucristo, resolviendo cada relación problemática, y encontrar la paz interior, sanar y ser completo como tú lo prometiste a todo el que lo desee de corazón. Gracias por escuchar y contestar mi oración. Te agradezco. En el nombre de Jesús, amén."
1. El apóstol Pablo (Filipenses 4:19, NIV).
2. Nuestra capacidad en Cristo por John MacArthur, Jr.
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