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Encuentros Diarios
Diciembre 25, 2018
Un Lugar Para Jesus
“Así que dio a luz a
su hijo primogénito. Lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre, porque
no había lugar para ellos en la posada.”1
Hay un cuento infantil
muy conocido que se llama “El Pesebre Navideño de Mortimer (Mortimer’s
Christmas Manger)”, escrito por Karma Wilson y Jane Chapman. Este cuento se lee
mucho en este tiempo de Navidad. El libro cuenta la historia de un ratoncito
llamado Mortimer que vive en un pequeño hoyo oscuro debajo de las escaleras de una
casa grande. No le gustaba este hoyo para nada, así que sale a buscar un nuevo
hogar dentro de la misma casa. Un día ve una casita justo de su tamaño que
estaba en una mesa junto al árbol de Navidad. Cuando sube a ver la nueva casita,
se da cuenta que ya esta habitada por otras personas pequeñas. Después de
intentar hablar con estas “personas”, se da cuenta que son estatuas, así que decidió
sacarlos de la casa para quedarse el con ella. Esta nueva casita en realidad
era una Natividad que incluía todos los personajes del nacimiento de Jesús,
incluyendo a Jesús mismo que estaba acostado en el pesebre.
Estaba tan contento
con esta nueva casita, especialmente con la cama (pesebre) que era justo de su medida.
Al día siguiente, sale a buscar comida, pero cuando regresa a casa, se da
cuenta que todos los personajes están de vuelta en su casa. Así que de nuevo
los jala para afuera. Dia tras día pasa lo mismo, hasta que un día escucha al
padre de la familia contando una historia de cómo José y María fueron a Belén y
no pudieron encontrar un lugar para ellos en la posada. Entonces escucho acerca
de un bebe, un bebe que nació en un establo y no tuvo una cama, sino un pesebre
de madera, y que su nombre era Jesús. ¡De repente se da cuenta que todo este
tiempo ha estado sacando a Jesús de su casa! Con lagrimas en los ojos, corre hacia
el bebe Jesús y le dice, “No hubo lugar para ti en la posada. Pero yo se donde
si hay un lugar.” Rápidamente, pone a todos los personajes de vuelta en su
lugar, y acuesta a Jesús en el pesebre.
Quizá esto parezca un
cuento sencillo para niños, pero tiene un mensaje muy especial para nosotros
esta Navidad. Durante esta época, muchos de nosotros corremos de aquí para allá
tratando de comprar lo que falta para hacer de la Navidad un tiempo especial:
decoraciones, el árbol, regalos, etc. Nos ocupamos tanto que se nos olvida la razón
principal de la Navidad – Jesús. Lo sacamos de su casa (nuestros corazones) y egoístamente
tratamos de llenar su lugar con lo que nosotros queremos.
Amigos y amigas, les
invito a pausar donde esta y que escuche. Escuche a Jesús tocando a la puerta
de nuestros corazones esperando que le demos de nuevo su lugar en nuestras
vidas. En fin, El y solo El, es la razón que celebramos. Vino a nosotros como
un bebe, quien luego creció para tomar nuestro lugar en la cruz y pagar la pena
por nuestros pecados. Fuimos comprados por un gran precio. Hay que elegir hacer
un lugar para Jesús en nuestros corazones de nuevo y mantenerlo allí para
siempre.
Oración sugerida: “Querido
Dios, gracias por darnos el mejor regalo de todos dando a Tu Hijo Jesús. Por favor
perdónanos por llenar nuestros corazones y vidas con nuestra propia agenda y no
dejar lugar para El. Permite que podamos pausar, reflejar, y recordar la razón por
la que celebramos hoy. Jesús, te invitamos de nuevo a nuestros corazones y Te
pedimos que vivas y reines para siempre allí como nuestro Señor y Salvador. Te
agradezco. En el nombre de Jesús, amen.”
Lucas 2:7 (NVI).
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